La rampa de la playa de Barinatxe de Sopela sigue en obras y, por lo tanto, continuará sin estar operativa para que puedan acceder las personas y vehículos de emergencia. Un nuevo contratiempo que dilata aún más en el tiempo el cierre del acceso, cortado de que el pasado diciembre se produjera un desprendimiento en el talud.

Con el objetivo de poder abrir la rampa antes de que acabase la temporada estival, el Ayuntamiento inició el pasado mes de julio la primera fase de las obras actuando de forma subsidiaria tras solicitar su intervención a la Demarcación de Costas, entidad competente en esta zona. Costas, a su vez, había instado anteriormente al Consistorio a “restaurar el entorno de manera natural”, proponiendo “la demolición tanto del edificio de servicios como de la rampa de acceso” y dejando las escaleras “como único medio de acceso al arenal”. Sin embargo, ahora la intervención desarrollada en julio en la zona precisa de una segunda fase ya prevista anteriormente en el proyecto municipal. Por este motivo, desde el Consistorio aseguran que el informe técnico señala que, “por razones de seguridad”, no se puede abrir todavía al público. Ante esta situación, los y las usuarios tienen que continuar accediendo a la playa por medio de las escaleras que se sitúan justo antes de la rampa.

De esta forma, una vez finalizada la primera fase a finales de julio, y dado que el informe considera “imprescindible” completar la segunda fase de las obras de remodelación de la rampa, el Ayuntamiento de Sopela también asumirá la obra de dicha fase. “Todos los trabajos corresponden a la Demarcación de Costas del País Vasco, pero hasta ahora ha negado que vaya a realizar alguno de esos trabajos”, justifican. A este respecto, los responsables municipales apuntan que recibieron “por escrito” que “si el Ayuntamiento ejecutaba la primera parte de los trabajos, sería el propio Costas el que se encargaría de la ejecución de la segunda parte, pero no ha ocurrido hasta ahora”. Ante esta situación, y con el objetivo de “dar solución a la evidente inquietud de la ciudadanía”, el Consistorio sopeloztarra ha decidido hacer el trabajo de la segunda fase, también de manera subsidiaria.

Desprendimiento

Sobre esta línea, cabe recordar que el cierre del acceso a la playa de Barinatxe se produjo el pasado mes de marzo “por motivos de seguridad” después de que en diciembre se produjera el desprendimiento. Posteriormente, el 10 de enero, el Ayuntamiento de Sopela remitió formalmente una solicitud a la Demarcación de Costas, entidad competente en esta zona, para instarle a que adoptara medidas y que resolviera el problema. En concreto, en el expediente se incluyó un exhaustivo informe técnico geológico, así como un presupuesto detallado del proyecto destinado a estabilizar el acantilado. Sin embargo, ante la “ausencia de respuesta” por parte de la Demarcación de Costas, el 27 de febrero desde Alcaldía fue emitido un decreto exigiendo la ejecución inmediata de las obras requeridas.

Luego, el 1 de marzo, se recibió la respuesta de la Jefatura de la Demarcación de Costas en la que se indicaba que la playa de Barinatxe ostenta características naturales únicas y que el acantilado está catalogado bajo una estricta protección, lo que impide su reforzamiento. “En aras de restaurar el entorno de manera natural, se propone la demolición tanto del edificio de servicios como de la rampa de acceso. El único medio de acceso al arenal sería a través de escaleras”, argumentaron. Sin embargo, desde el Consistorio sopeloztarra añaden que “no se dispone de un proyecto definitivo ni de una fecha establecida para su ejecución”. Posteriormente, el pasado 22 de mayo, los responsables municipales de Sopela convocaron a una reunión conjunta con la Demarcación de Costas, el Departamento de Emergencias del Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Getxo para abordar el problema. Aunque el objetivo del Ayuntamiento de Sopela era lograr la “corresponsabilidad y cofinanciación” por parte de todas las administraciones implicadas, la reunión concluyó “sin que ninguna de las entidades supramunicipales asumiera compromiso alguno respecto a la situación”, recuerdan.

Los datos

Cierre del acceso. La clausura del acceso a la playa de Barinatxe se produjo el pasado mes de marzo “por motivos de seguridad” después de que en diciembre se produjera el desprendimiento.

Reparación. El Ayuntamiento inició el pasado mes de julio la primera fase de las obras actuando de forma subsidiaria tras solicitar su intervención a la Demarcación de Costas, entidad competente en esta zona. Ahora la intervención desarrollada en julio en la zona precisa de una segunda fase ya prevista anteriormente en el proyecto municipal.

Conflicto. Desde el Consistorio se asegura que los trabajos pertenecen a la Demarcación de Costas pero ante la ausencia de avances para la reparación total de la rampa, el Ayuntamiento de Sopela hará los trabajos de la segunda fase de manera subsidiaria.