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Auzokide Plana de Bilbao, 20 años creando barrio

Los Auzokide Plana del Ayuntamiento de Bilbao cumplen dos décadas sumando más de 200 millones de inversión tras acometer casi 400 obras y ámbitos de actuación

En imágenes: Las obras realizadas por el Ayuntamiento de Bilbao en los últimos 20 añosDeia

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Es difícil que un programa municipal se prolongue dos décadas y siga tan vivo y con los mismos objetivos que cuando nació. Es el caso de Auzokide Plana, una iniciativa que cumple 20 años de existencia en Bilbao con el fin de acometer pequeñas y medianas obras con el consenso de los vecinos y para mejorar los distritos de la villa.

El concejal Asier Abaunza.

Desde que en 2004 se iniciara el primer programa para los barrios de la mano del entonces concejal de Obras y Servicios, José Luis Sabas, el Ayuntamiento de Bilbao ha acometido cerca de 400 actuaciones de diferente tamaño alcanzando una inversión de más 203 millones de euros en total hasta la finalización del último programa el pasado año. Han sido cinco Auzokide Plana que ya tienen continuación en la presente legislatura de 2024 a 2027 con una hoja de ruta que prevé acometer 74 intervenciones en los ocho distritos de la capital con un desembolso de 56 millones de euros. Auzokide Plana está muy vivo.

Asier Abaunza, actual concejal Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público es rotundo al afirmar que “es el proyecto de participación ciudadana con decisión directa sobre presupuestos del Ayuntamiento más potente de todos los municipios de Euskadi”.

El edil que conoce muy bien este programa tras casi una década al mando del área saca pecho al comentar “se nos cuestiona este tema de la participación de los vecinos pero la verdad es que, hasta el momento, ningún partido de la oposición ha puesto sobre la mesa un ejemplo en el que otra ciudad haga más que Bilbao en esta materia”.

La filosofía del Auzokide Plana es sencilla y compleja a la vez según describe Abaunza. “Preguntamos en centros de distrito a los vecinos que es lo que quieren hacer en su barrio a la vez que nosotros como Ayuntamiento planteamos nuestras propuestas. Todo se pone encima de la mesa y se priorizan los proyectos tras estudiarlos para presupuestarlos y ejecutarlos”. Y todo ello con un plazo temporal concreto de cuatro años que se planifican al inicio de cada legislatura dotando de calendario y presupuesto a cada intervención acordada. Las acciones han sido y son muy diversas en coste, tiempo y objetivos. Además de trabajar en mejoras urbanísticas en general, se actúa en espacios libres que se puedan aprovechar y también si es necesario se trabaja en convenios con urbanizaciones privadas de uso público.

Servicios de vialidad y alumbrado, obras para promocionar el acceso universal, nuevos accesos mecánicos en los barrios altos o modernizaciones de plazas y calles son otros ejemplos de intervenciones de Auzokide Plana.

Son decenas los ejemplos de acciones destacando la gran recuperación integral de la zona de Tutulu, en Uribarri, la vestimenta metálica de la que se dotó al enorme talud de la calle Jesús Galíndez, en Txurdinaga, o el cambio sustancial que sufrió la modernizada plaza de Basarrate, en Santutxu. También destaca la mutación sufrida en el núcleo cercano a las calles Castaños y Huertas de la Villa.

El mayor consenso posible

Un listado que puede suponer en el proceso tanto ideas municipales como vecinales porque “procuramos contar con el mayor consenso posible de todos los vecinos y asociaciones que participan en los consejos de distritos”.

Las sucesivas ediciones de Auzokide Plana no han sido el único instrumento que ha utilizado el Consistorio para acometer obras en los barrios de la villa. Abaunza defiende que “el plan de mandato del equipo de gobierno que sale de los programas electorales de los partidos que conforman ese equipo incluyen otros proyectos que nos hemos comprometido a ejecutar”. Considera que “las inversiones y los proyectos que se ejecutan en los barrios van mucho más allá de lo que es Auzokide Plana”.

De hecho, se han dado varios casos de iniciativas planteadas en los debates de los consejos de distrito por los vecinos que superaban los presupuestos base con los que trabajan los Auzokide Plana que por su planteamiento y necesidad ha sido asumido por el Ayuntamiento “como un proyecto de ciudad fuera de estos planes”, desvela el edil.

Por que hay el Ayuntamiento en este programa tiene en cuenta criterios urbanos y urbanísticos de la ciudad con carácter global, analizados y adaptados a las características de cada barrio y posteriormente reflejados en cada uno de ellos.

Ejemplos son la isla sonora que se creo en la plaza General Latorre de Basurto, el plan de mejora de accesos para vecinos en la zona de la La Landa, en Zorrotza, la actualización de la calle Iturribide o el cambio aplicado a parte de la calle Rodríguez Arias para potenciar su peatonalización.

Es la herramienta de la que se ha dotado el consistorio para acercar la lupa a lo micro de los barrios en una capital que en las últimas décadas ha destacado por lo macro y los grandes proyectos de ciudad. El edil jeltzale reflexiona que “ha supuesto trasladar el esfuerzo de transformación urbana de toda la ciudad a los distritos, un esfuerzo de cambio que ha llegado a todos los rincones de la capital”.

Una prueba de la importancia que tienen los ámbitos de actuación de los Auzokide Plana es que incluso se conocen fuera de la villa. Abaunza desvela que algunos de los proyectos lo suelo utilizar para enseñar a las delegaciones internacionales que vienen a conocer Bilbao”. El máximo ejemplo que edil califica entre bromas como “una auténtica bilbainada” es la creación del parque público de Betolaza en el distrito de Rekalde bautizado como Gaztelapiko.

Describe como “ese espacio público es una realidad porque se desmochó una colina 23 metros de altura desde la punta para dar luz a las viviendas que estaban colindantes”. Ello permitió generar un parque llano “en un barrio donde no había ningún espacio liso para hacer una zona verde”, finaliza Abaunza.