Es uno de los espacios que muy pocas personas conocen en el aeropuerto de Bilbao. La sala de inadmitidos, donde se encuentra en estos momentos el saharaui que está a la espera de que se determine su situación legal, es una dependencia que ni tan siquiera muchos trabajadores en la terminal aérea conocen su ubicación ya que es de esos huecos en la arquitectura de La Paloma que solo utilizan los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, los responsables de la tramitación de la documentación todos los pasajeros que llegan a Bilbao procedentes de países fuera del espacio Schengen. 

Son estos pasajeros los que tienen que presentar el pasaporte o visado (depende del país de procedencia) ante los agentes de policía que determinan la validez del documento y dan su permiso para entrar en el país. Según ha podido saber este periódico, la sala se encuentra en el propio edificio de la terminal aérea, en concreto en la denominada zona aire, aquella que se encuentra después de haber pasado el filtro de seguridad que tienen que utilizar todos los pasajeros que van a tomar un vuelo y los propios trabajadores de las diferentes empresas que operan en el edificio.

Localización de la sala

El espacio se encuentra en la planta baja, la que está al nivel de las pistas aéreas y fue uno de los que se ha mantenido después de que la mayoría de los trabajadores adscritos a la plantilla de Aena salieran de la terminal aérea para ubicarse en el edificio técnico construido al lado del edificio diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava.

El espacio no es muy grande cuenta con los servicios esenciales para atender a las personas que tengan que pasar allí varios días. Así, esta dotado de camas, cocina y baño y los servicios para hacer llevadera una estancia que la mayoría de las ocasiones la persona afectada desconoce cuanto tiempo pasarán

La estancia cuenta con vigilancia para evitar que las personas que se encuentran en su interior puedan salir.

El aeropuerto de Bilbao por su dimensiones de ser una infraestructura de carácter mediano no tiene tanto trasiego de viajeros como pueda sumar Barajas, El Prat o Palma de Mallorca por lo que la sala de inadmitidos no es muy grande ni tampoco muy usada.

Según ha podido saber DEIA lo que está ocurriendo con el saharaui en cuanto a tiempo de estancia en la sala es totalmente inusual. Lo más habitual es que la situación de los que no cuentan con la documentación requerida para entrar en Euskadi se pueda solucionar en dos o tres días y que sea la propia compañía aérea en la que ha llegado a Bilbao la que tenga que devolver al aeropuerto desde donde partió el viajero.