“Los heridos llegaron a nuestro hospital a las tres de la madrugada, unas 10 horas después de que se produjera el incidente”, detalló el pasado sábado Dejan Panic, director nacional de la ONG italiana Emergency en Afganistán. A esta entidad solidaria creada en 1999 pertenece el Hospital donde permanece ingresada Araceli Tamayo junto al resto de las cuatro personas heridas en el atentado de Bamiyán, ciudad situada aproximadamente 200 kilómetros al noroeste de Kabul.
Centro Quirúrgico para Víctimas de Guerra de Emergency en Kabul es el nombre del Hospital que ha sido y es referencia en la atención a heridos de bala como le ha ocurrido a la turista bilbaina.
Aunque este martes este periódico ha intentado recabar más información sobre el estado actual de salud de Araceli, fuentes de la ONG se remitieron a la información facilitada el sábado sin actualizar el parte médico de la jubilada de BBK.
Este hospital abrió sus puertas en 2001 siendo ampliado en 2015 para mejorar las instalaciones y aumentar el número de camas, aportando atención médica de altura a la población local y extranjera que lo requiera. Está especializado en cirugía traumatológica, la que requirió Araceli, y cuenta con tres quirófanos, una unidad de cuidados intensivos, sala de emergencias, clínicas ambulatorias, un laboratorio y banco de sangre. También consta de un departamento de radiología y equipos para fisioterapia y tomografías computarizadas.
La organización solidaria es una de las pocas que ha permanecido en Afganistán desde que el país se hizo tristemente famoso por la invasión de Estados Unidos, su posterior escenario de caos político y la toma del poder de nuevo por los talibanes hace tres años.
Emergency esta presentes en Afganistán desde 1999. Desde entonces, según indican en su página web “hemos tratado a más de 8 millones de personas en el país y hemos formado a un sinnúmero de personal médico local”.
Todo ello en los dos hospitales que tiene en el país, el referido en Kabul además de otro en la ciudad de Lashkar-Gah, que realiza también operaciones quirúrgicas, atención pedriática y de partos. También gestionan otro centro en Anabah, en el valle de Panjshir, y una red de más de 40 puestos de primeros auxilios.
“A pesar de los desafíos, nuestros hospitales nunca han dejado de estar operativos y continúan siendo un punto de referencia para la población local. Ofrecemos atención gratuita y de alta calidad, como siempre lo hemos hecho”, indicaron desde la organización benéfica. Su labor y gestión le han supuesto que recibiera hace cuatro años el Certificado de Asociación Humanitaria de la UE, un aval que le considera apta para solicitar financiación de la UE para la implementación de actividades de ayuda humanitaria.
