¿Con qué objetivo han dado a conocer su agenda política y social a los diferentes partidos con representación en el Parlamento vasco?
Desde la representación autonómica de la Asociación Contra el Cáncer, hemos contactado a todos los partidos políticos con representación en el parlamento en la última legislatura con el fin de compartir nuestros retos y prioridades para la defensa de las personas contra el cáncer y conocer los suyos. Nuestro objetivo es que se priorice el cáncer en la próxima legislatura al tratarse de un problema sociosanitario de primer orden. Pretendemos que estos encuentros sean los primeros a los que daremos continuidad una vez que se conforme el nuevo gobierno y volveremos a proponer una ronda de reuniones con todos los partidos que hayan obtenido representación para trabajar conjuntamente en las cuestiones que consideramos deben ser prioritarias en la agenda de salud en Euskadi.
¿Cómo ha sido los encuentros y la respuesta por parte de la clase política vasca?
La respuesta ha sido muy buena y rápida por prácticamente la totalidad de los partidos políticos convocados, quienes han acudido a nuestra sede provincial en Bizkaia para poder así conocer de primera mano los servicios y programas que ofrecemos de manera gratuita a las personas afectadas de cáncer, sus familiares, y a la población en general. Los encuentros han sido muy interesantes y provechosos y nos han permitido conocer las líneas de sus programas electorales y compartir nuestros retos y prioridades en Euskadi. Ha habido, además, un compromiso mutuo de mantener estos encuentros y relación directa con los grupos parlamentarios para aunar esfuerzos y dotar al cáncer de la prioridad que necesita.
Se estima que, en el año 2023, un total de 14.537 personas fueron diagnosticadas de cáncer en Euskadi, de las cuales 2.556 viven solas.
¿Cuáles son las prioridades del programa de la asociación en la defensa de las personas frente al cáncer?
Nuestra agenda política y social está fundamentada en tres principios esenciales como son, por un lado, que la persona es lo primero; la equidad frente al cáncer como aspiración, y la concepción de la atención integral como un derecho. No obstante, no todas las personas tienen acceso a entornos promotores de salud que les ayuden a prevenir el cáncer desde la infancia y a medidas preventivas que permitan detectarlo precozmente. Tampoco todas las personas que son diagnosticadas de cáncer y sus familiares tienen garantizada una atención integral y continuada que responda a las necesidades bio-psico-sociales provocadas por el impacto de la enfermedad. Y, por último, no todos los cánceres se investigan de forma equitativa. Esto significa que hay personas con cáncer que pueden perder oportunidades para sobrevivir.
Por todo ello, planteamos una agenda política y social centrada en seis retos prioritarios. Estos son la necesidad de políticas públicas en cáncer, la prevención desde la infancia para lograr una generación libre de tabaco, la detección precoz del cáncer a través de programas de cribado, el acceso a un diagnóstico rápido y preciso, una atención integral para las personas con cáncer y sus familiares, y un acceso a los resultados de la investigación en cáncer.
¿Cuáles son los principales retos a abordar para considerar el cáncer como un eje prioritario en la agenda sanitaria, y en las políticas públicas de salud en Euskadi?
La garantía de la equidad en salud y ante el cáncer se establece en las políticas públicas, que asignan los recursos según las necesidades de las personas, y que han de asegurar los mejores resultados en salud para todos los grupos sociales. Necesitamos políticas públicas en cáncer transparentes y que rindan cuentas a la ciudadanía sobre los resultados en salud de los planes que contamos para la prevención, la atención y la investigación en cáncer. Es necesario evaluar y publicar periódicamente y de manera accesible a la ciudadanía estos resultados. Además, desde la Asociación Contra el Cáncer abogamos igualmente por incorporar en los diferentes planes elementos de humanización contando con la participación de personas con cáncer en su definición.
¿Cómo se puede prevenir la aparición del cáncer en edades tempranas?
Existen tres factores de riesgo principales asociados al desarrollo de diferentes cánceres; fumar, el exceso de peso y el consumo de alcohol. Desde la Asociación, ponemos el foco en que la prevención del cáncer debe comenzar desde la infancia, ya que el 9% de menores de 18 años fuman a diario, el 43% de menores de 12 años está expuesto al humo del tabaco en espacios públicos, el alcohol es la droga más consumida por menores de 14 a 18 años, 4 de cada 10 menores (40,6%) de entre 6 y 9 años tienen sobrepeso u obesidad, y sólo el 29,4% de la población entre 8 y 16 años cumple las recomendaciones sobre actividad física de la Organización Mundial de la Salud.
El cáncer colorrectal y de cérvix son de los más comunes en la edad adulta. ¿Cómo se podría mejorar desde la sanidad pública la detección precoz de estos tumores?
Tanto el cáncer colorrectal como el cáncer de cérvix se pueden prevenir y detectar precozmente de forma sencilla y eficaz mediante programas de cribado poblacional. En Euskadi se ha logrado un 100% de cobertura de la población diana en el cribado colorrectal y la participación en ambos sexos por encima del 70%, superando el 65% deseable por la Unión Europea. Sin embargo, aún hay condicionantes sociales en la participación relacionado con la población más vulnerable.
Por ello, necesitamos que todas las personas en riesgo de sufrir un cáncer colorrectal o de cérvix tengan garantizada la posibilidad de participar en el programa de cribado que les ayude a prevenir estos cánceres y abogamos por reforzar la participación, principalmente, de la población más vulnerable, en el programa de detección de cáncer colorrectal con el fin de asegurar la equidad de los distintos grupos sociales. Asimismo, abogamos por avanzar en la implantación de nuevos programas de cribado como el de próstata o pulmón, siguiendo con la recomendación de la Unión Europea.
¿Qué importancia tiene la colaboración con la atención primaria y el acceso a otras disciplinas dentro del sistema sanitario como la atención psicológica para mejorar y ampliar el tratamiento de una persona con cáncer y su familia?
El sistema público de salud no provee una atención integral completa para responder al impacto del cáncer en las personas al no identificar y abordar adecuadamente el efecto psicológico y social del cáncer en pacientes y familiares. Por eso, desde la Asociación abogamos por establecer una mayor colaboración con la atención primaria y los sistemas sanitarios públicos para ampliar la cobertura de las necesidades psicológicas en personas con cáncer y familiares, y también fomentar una mayor colaboración entre los centros sanitarios públicos para garantizar la equidad en los servicios sociales.
Alrededor de 925 personas con cáncer entran en riesgo de exclusión social cada año en Euskadi.
Esta atención integral; ¿incluye los supuestos en los que una persona diagnosticada de cáncer se encuentre en situación du vulnerabilidad económica y/o de soledad?
Por supuesto. El cáncer conlleva un aumento de gastos y una disminución de ingresos que puede provocar riesgo de caer en pobreza para las personas más vulnerables. Alrededor de 925 personas con cáncer entran en riesgo de exclusión social cada año en Euskadi debido al impacto económico del cáncer. En Euskadi, se estima que 2.556 personas diagnosticadas de cáncer cada año viven solas. Desde la Asociación Contra el Cáncer entendemos además como parte de la atención integral también la atención en la reincorporación laboral y la atención al final de la vida.
¿Algún otro mensaje que quiera transmitir?
Gracias a la investigación y al desarrollo de nuevas herramientas de diagnóstico y tratamiento la supervivencia en cáncer ha aumentado un 20% en los últimos 20 años. Todo ello en un entorno donde la incidencia del cáncer ha crecido un 7,2% desde el año 2016. Por ello, necesitamos que todas las personas con cáncer puedan acceder a los resultados y avances de la investigación, con una investigación integral tanto en la prevención, como en el diagnóstico y en el tratamiento, con el fin de contribuir a que la supervivencia media a 5 años se incremente al menos al 70% para 2030.
