Ocho años después de haber sido diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), el getxoztarra Jaime Lafita se embarcaba ayer en su nueva aventura: recorrer más de 640 kilómetros en bicicleta en el Valle de la Muerte, uno de los lugares más calurosos del mundo. Su objetivo es llamar la atención sobre esta enfermedad neurodegenerativa que aún no tiene cura.

“No podemos dejar que los pacientes, las familias y la enfermedad sigan consumiéndose en el valle de la muerte donde estamos”, resumió Lafita, quien utiliza a su hijo Álvaro como intérprete por las dificultades para hablar ocasionadas por la ELA. “Vamos a convertir la metáfora en realidad”, comparó sobre la enfermedad y el Valle de la Muerte.

El getxoztarra, de 60 años, es padre de tres hijos y viajó desde Bilbao junto con un grupo de veinte personas que le ayudarán a realizar la agotadora travesía de nueve días por el Valle de la Muerte, un área que ha registrado la temperatura más elevada en la Tierra: 56 grados centígrados. Lafita hará el recorrido en un tándem junto a su hijo Álvaro. “Ver el ánimo y el coraje de mi padre, me da a mí y a la familia mucha fuerza para apoyarlo en este proyecto”, dice Álvaro, de 26 años. En los 643 kilómetros desde la localidad de Baker hasta el Valle de Yosemite, estarán acompañados por otros seis ciclistas, entre ellos Lourdes, esposa de Jaime y madre de Álvaro, y miembros de la fundación DalecandELA, creada en 2019.