En la propia encuesta en torno a la calidad de la red viaria se cuela un ámbito que ha dado mucho de que hablar en los últimos meses: los descuentos que se aplican en el transporte público, como una forma de combatir la inflación y atraer a los vizcainos hacia estos medios de transporte. Y, pese a las cifras récord de viajeros de la inmensa mayoría de ellos, si se les pregunta a los propios conductores, la respuesta resulta un tanto sorprendente: el 77% no ha modificado sus hábitos de uso de medios de transporte para desplazarse debido a los descuentos que se aplican en los billetes.

La encuesta revela que apenas han sido un 22,9% de los conductores, escasamente uno de cada cinco, los que han cambiado el vehículo privado por el transporte público al ser ahora más barato el precio de los billetes. Los que más lo han hecho son las personas más jóvenes, de entre 19 y 29 años, (hasta un 39%), y, respecto a su lugar de residencia, los vecinos de Durangaldea (un 29,7%) y Bilbao (un 29,1%). Los que más se aferran a su coche particular son los mayores de 60 años (apenas un 20,8% utilizan ahora más el transporte público) y las personas que viven en Arratia-Amorebieta –apenas lo han hecho el 11,6%– y Lea-Artibai, donde el porcentaje se queda también en un 14,3%.

Entre los que sí han modificado sus hábitos de uso de medios de transporte, la mayoría utilizan más el metro –un 50%–, los autobuses interurbanos –un 19,8%–, el tren de Cercanías –un 16%–, los autobuses urbanos –un 11,9%– y el tranvía –un 1,2%–. Por el contrario, han dejado aparcado el vehículo privado o de empresa –un 71,8%–, o utilizan menos los autobuses interurbanos y los trenes de Cercanías –un 6,1% en cada uno de los casos–.

Las respuestas de los encuestados chocan con el incremento en el número de viajeros que están registrando la inmensa mayoría de los transportes públicos. Y no solo respecto a los años precedentes, en los que se ha ido remontando el brutal descenso que se experimentó durante la pandemia, sino también en relación a 2019, ejercicio previo al confinamiento y las limitaciones de movilidad posteriores. Un ejemplo está en el metro, que el año pasado batió su récord histórico al superar los 92,3 millones de viajeros, lo que significa un 1% de incremento con respecto al año 2019; en 2022, con los restos de los efectos del coronavirus, se quedó en 80,37 millones. También Bizkaibus rozó los 30 millones de usuarios, un 12,1% más que en 2022 y un 2,1% por encima de los registros de 2019.

Efecto “limitado”

El propio director de Metro Bilbao, Eneko Arruebarrena, ya cuestionó el efecto de los descuentos para atraer viajeros, que consideró “limitado” el pasado mes de febrero, cuando se presentó el balance de 2023. Aportó datos para ello: en enero de este año, con 18 días aplicando descuentos del 20% en los temporales, frente a enero de 2023, con 31 días al 50% para todos los billetes, el incremento de cancelaciones fue superior al 10%. “Durante 2023, de los 92,3 millones de cancelaciones, entre un 6 y un 7% fueron debidas a los descuentos aplicados, lo que significa en torno a los 6,5 millones de viajes”, desveló.