Hay quien este 2023 se ha jubilado, quien ha abierto un negocio propio, quien ha visto la luz tras una depresión, quien ha sido elegida como alcaldesa o quien ha conseguido poner su proyecto en lo más alto consiguiendo el premio startup innovadora del año. Mientras que a unos 365 días les pueden parecer 730 jornadas de 48 horas cada una, para otros pasan en un suspiro. Es el caso de Joseba Taranco, Lola González, Olatz Urkiza, Katalin Pérez y Juncal Alzugaray, cinco vizcainos que han experimentado durante este último año un giro de 180 grados en sus vidas, y para quienes este 2024 el dicho año nuevo, vida nueva coge más fuerza aún si cabe. De una manera u otra este 2023 ha marcado su vida y DEIA ha querido conocer cómo ha sido el camino y hacia dónde dirigirán sus pasos.

Juncal Alzugaray

Fundadora de Alooa

“He pasado de ser anónima a que mis referentes me conozcan”

Fisioterapeuta de profesión y natural de Gordexola, Juncal Alzugaray es especialista en suelo pélvico y ha sido una de las vizcainas que ha visto cómo su vida ha cambiado por completo este 2023. Ha sido gracias a la creación Alooa, el primer modelo anatómico hiperrealista de vulva y vagina, ganador del reconocimiento a la startup innovadora del año, que no solo ha irrumpido con fuerza en el día a día de Juncal, sino que ha transformado la docencia y educación en cuanto a suelo pélvico y, a su vez, ha mejorado la vida de muchas mujeres. Así se lo hicieron saber a finales de año en una convención a la que acudía como oyente. “En un congreso al que acudí a finales de año gente muy importante que para mí son grandes referentes, el star-system del suelo pélvico, me dio la enhorabuena por el proyecto. Yo iba de asistente, ni siquiera de ponente, y que personas tan importantes me reconocieran me pareció la bomba”, explica.

El camino no ha sido sencillo, no lo fue encontrar a alguien que realizase el modelo anatómico como ella necesitaba y tampoco lo han sido los primeros pasos. Tras presentar el proyecto en sociedad, Juncal se dio cuenta de que el alcance era tan grande que necesitaba dos manos más para gestionar el marketing y la comunicación. Fue entonces cuando Leticia Lus se unió al equipo, y juntas, están “pico pala” abriéndose camino. Y vaya si ha dado frutos ese trabajo: para poner el broche de oro al 2023 Alooa ha llegado a universidades internacionales como la de Montreal, en Canadá. “Ya estábamos en universidades de Euskadi y del Estado, pero llegar hasta Canadá ha sido una sorpresa. Tal y como está acabando 2023, 2024 se presenta con un montón de cosas nuevas. Por un lado empiezo a ser docente para fisioterapeutas en universidades gracias a Alooa, y por otro, ojalá podamos seguir desarrollando el proyecto, ¡porque será por ideas y por ganas de seguir innovando!”, señala. “Espero que 2024 sea el año en el que podamos seguir desarrollando”, lanza como deseo de Año Nuevo.

Katalin Pérez

Propietaria de Begi

“Al principio el papeleo fue horrible, pero con ilusión todo sale”

¿Quién dijo miedo? Katalin Pérez no conoce el significado de esa palabra y es que este 2023 decidió embarcarse en una de las aventuras más temidas por muchos: crear su propio negocio. Su sueño era crear una tienda de moda sostenible, diferente y enfocada a las mujeres: Begi es el fruto de ese sueño. El nombre surgió de la palabra Begi, ojo en euskera, y la esencia de la marca de no tener prendas hechas con piel animal. Tras trabajar dieciséis años por cuenta ajena, le propuso la idea a su amigo Santiago González y ambos emprendieron el proyecto de Begi. Tantas eran las ganas por sacar adelante esta nueva tienda que en menos de doce meses abrieron las puertas en pleno centro de Bilbao. “Empecé con la idea en 2022, mirando posibilidades, pero nada serio. En 2023 hablé con Santi y tras el proceso de reunir ideas, ese mismo año sacamos adelante la tienda”, explica.

Santiago ya contaba con un negocio propio, por lo que el mayor cambio fue para Katalin. “En el día a día tengo menos tiempo para mí, pero entre la experiencia de Santi y la ilusión que yo tengo, todo sale. Es verdad que cuando algo lo haces tú misma, cuando trabajas para ti, lo haces con muchísima más ilusión”, señala Katalin. Sin embargo, reconoce que el trabajo también es mayor. “Al principio era terrible, el papeleo es horroroso y sí que es verdad que era bastante jaleo, pero luego va todo rodado, con ilusión y entre dos es más sencillo”, cuenta. Su tienda, ubicada en Rodríguez Arias, abrió nada más peatonalizarse la calle. “Los negocios de al lado nos decían que las obras habían estado esperándonos para terminar”, explicaban entre risas.

Tras un 2023 en el que ha emprendido un nuevo proyecto, Katalin espera del 2024 encontrar nuevos proveedores locales, especializarse aún más y llegar a mucha más gente; en definitiva, seguir trabajando mucho día a día. Y es que Katalin ha pasado de tener un trabajo y una vida personal diferenciadas, a que ambas se mezclen. “Son muchas horas mentales y cuando trabajas por cuenta ajena haces tu horario y tienes tu vida, pero ahora se mezclan las dos cosas porque estás pensando en todo momento en el proyecto que tienes entre manos”, explica ilusionada.

Olatz Urkiza

Alcaldesa de Igorre

“Este trabajo supone estar disponible 365 días las 24 horas”

A quien le ha cambiado la vida de una manera similar que a Katalin es a Olatz Urkiza, ya que el trabajo se le ha mezclado con su vida personal. En su caso, ha dejado de ser anónima a pasar a primera plana, y es que Olatz ha pasado de trabajar en el sector privado a hacerlo en lo público, convirtiéndose este 2023, nada más y nada menos que en la primera mujer alcaldesa de Igorre. Los primeros meses de andadura le han servido para adaptarse al nuevo equipo de trabajo y también para que ellos se habitúen a ella. El cambio ha sido radical, ya que ha pasado de trabajar “de una manera muy protocolizada, con unos procesos muy bien marcados y estructurados” en el área de facturación de una empresa a gobernar su propio pueblo, tratando día a día con su gente. A pesar del radical cambio, confiesa que esta nueva etapa de su vida “es muy bonita”. “Hay días que algunos se enfadan, otros días te felicitan, pero es un trato directo día a día, es abordar todos los problemas que tiene un pueblo y a mí me encanta. Es un trabajo súper bonito en el que creo que puedo aportar un montón de cosas”, explica.

Confiesa que esta nueva etapa “es mucho más exigente en lo que a tiempo se refiere”, ya que requiere mucho más de ella. “Yo antes tenía tiempo para mí, para el ocio, pero ahora no paro de trabajar porque a mí me pagan para estar disponible 365 días del año las 24 horas”, cuenta. Es ese aspecto, su vida ha cambiado de forma radical. “Antes podía ejercer más de madre o de pareja de mi pobre marido, que ahora es el que está llevando toda la carga que antes compartíamos; intento compaginarlo, pero en este trabajo es más difícil”, evidencia.

Aunque asegura que ser alcaldesa nunca fue su objetivo y que nunca había aspirado a ese cargo, a día de hoy sí lo ve como tal. “Cuando mi partido me lo propuso tuve mis dudas, pero me puse a su disposición siendo consciente de que podría haber alguien que fuera mejor que yo y así lo puse sobre la mesa, pero me dieron su confianza y poco a poco he ido ilusionándome. Ahora sí que creo que es un trabajo súper bonito y cuando ceno con mi hijo y mis hijas les suelo decir que quién les dice que el día de mañana no vayan a ser alcaldes o alcaldesas”, cuenta.

Durante el próximo año Olatz es consciente de que tendrá que trabajar mucho para sacar adelante todo lo que Igorre necesita, tanto ella como su equipo y sus concejales, ya que “aunque el gobierno anterior ha dejado encaminado algo, en un Ayuntamiento eso no es suficiente porque hay muchos procedimientos para llevar a cabo un proyecto”, manifiesta.

Joserra Taranco

Jubilado

“Ahora puedo permitirme el lujo de decidir cuándo viajar”

Hay quienes este 2023 han comenzado un nuevo proyecto laboral ilusionante y también hay quien ha dejado atrás esa vida laboral para dar paso a la jubilación. Es el caso de Joserra Taranco, que tras más de 40 años “al pie del cañón” en Laboral Kutxa ha colgado la chaqueta. Tras haber estado más de media vida en una misma empresa, cuenta que “nunca te imaginas cómo va a ser tu vida de jubilado” y es que, a su juicio, “todo va en función de la vida laboral que hayas desempeñado”. Joserra ha pasado por diferentes puestos y, en su última etapa, desarrolló las labores de responsable de los patrocinios de Laboral Kutxa, acción social y relaciones públicas. Por ello, durante su trayectoria ha tenido mucho contacto social y durante el día a día recibía infinidad de llamadas. Con la jubilación, de la noche a la mañana, el teléfono dejó de sonar. “Tenía muchas reuniones y recibía llamadas todos los días y en un día cambió. Dejas de trabajar y las relaciones sociales se van diluyendo bastante”, explica. Sin embargo, asegura que procura mantener “esas relaciones que ya se han convertido en amistades”.

Confiesa no estar “del todo desenganchado” de los proyectos sociales, ya que sigue colaborando con actividades culturales relacionadas con el Casco Viejo, aunque señala que ahora lo hace de una forma diferente. “Cuando acepto un compromiso siempre expongo que tengo que tener disponibilidad, que no puedo tener una continuidad, para que me permita viajar sin que les afecte a ellos”, cuenta. Y es que viajar, asegura, es una de las cosas que llevará a cabo este 2024, algo que antes, mientras trabajaba, le resultaba más complicado. “Antes no tenía tanta disponibilidad porque tenía compromisos hasta los fines de semana, ahora puedo permitirme el lujo de decidir”, sentencia.

Lola González

Rapera y superviviente

“He pasado de no poder salir de la cama a no parar en casa”

Los problemas de salud mental han crecido en los últimos años y se han disparado tras la pandemia. La OMS estima que 450 millones de personas en todo el mundo sufren un trastorno de este tipo que dificulta gravemente su vida. Durante dos años Lola González, más conocida como Lova Lois, fue una de esas millones de personas y no fue hasta agosto de 2023 que ha empezado “a ver un poco la luz”. Esta rapera de Astrabudua, integrante de la banda Esne Beltza, cuenta cómo “la gente de puertas para fuera veía que hacía cosas, que aparentemente estaba bien, pero no era así”. “Quizás parte de mí no estaba aceptando que estaba pasando por un proceso de depresión y al final, cuando conseguí aceptar que estaba mal, fue cuando me di cuenta que algo tenía que hacer”, cuenta esta joven de 24 años.

“Me cansé de estar mal”, sentencia. “Me preguntaron a quién admiraba y pensé en algunos amigos, pero después me di cuenta de que a la que quería admirar era a mí, así que empecé a intentar hacer poco a poco cosas que antes creí que era incapaz de hacer”, explica. Fue entonces, mientras salía de su propio proceso, cuando empezó a tratar de ayudar a otras personas a través de Instagram hablando de temas tan tabú como la depresión. “La gente los recibe bien porque en la sanidad pública tardan cuatro o tres meses en darte cita y a veces es demasiado tarde, así que yo trato de influir en otra gente como otros amigos lo hicieron conmigo”, señala.

Tanto ha cambiado su vida en 2023 que ha pasado de “no poder salir de la cama a no para en casa”. “Levantarme antes era un reto”, recuerda. Sin embargo, ahora ha adoptado alguna medida para no volver a aquella situación. “No estoy perdiendo mi tiempo en hacer cosas que me hagan mal, ahora estoy tomando decisiones eligiéndome a mí”, indica.

Durante 2024 su objetivo es seguir cuidándose e “intentar ayudar a toda la gente que pueda”, por ello, seguirá inmersa en sus directos en Instagram donde, al igual que con su música, llega a muchísimas personas que pueden estar pasando por una depresión y que pueden encontrar en ella la fuerza para salir de esa situación.