Homenaje a la huella de las Clarisas en Gernika

Durana y Prisacariu frente al convento de Santa Clara, en las inmediaciones de la Casa de Juntas de Gernika-Lumo. CEDIDA

El documental de Prisacariu y Durana, de 14 minutos de duración, no busca ser una investigación historiográfica que bucee en la recopilación de documentos que atestigüen su paso por la villa, sino persigue recoger el sentimiento de vacío dejado por unas mujeres que abandonaron el convento gernikarra de Santa Clara –a los pies casi del icónico Árbol de Gernika– el pasado mes de junio. Dejaron su convento tras años en los que las nuevas incorporaciones se vieron mermadas, “ya fuera por la crisis en las vocaciones, que la vida en el convento apenas atrae a nuevas monjas o a los tiempos que vivimos hoy en día”, recuerda el gernikarra.

“Eso sí, lo hicieron como siempre, de una forma humilde y callada”, apunta Durana. “Y quizás las generaciones más jóvenes no las valoren, pero el hueco que han dejado ha sido muy grande”, apostilla. No en vano, las Clarisas se instalaron en la localidad foral en un ya lejano año 1422 “y desde siempre han sido fundamentales a la hora de aportar en todo lo que pudieran. Y no solo desde el plano religioso, sino también en otra cuestiones de la vida cotidiana”. De hecho, Durana tira de memoria propia para atestiguar que así ha sido siempre. “Siendo pequeño, siempre las he conocido ayudando en todo lo que podían en el pueblo”, ya fuera en tareas de corte y confección como de limpieza, según recuerda. “O de cómo regalaban la fruta que ellas mismas cosechaban. Es por ello que pensamos en homenajear su paso por la localidad de la mejor forma que creemos saber: con un pequeño homenaje en formato audiovisual”, asevera.

Reparaciones de tejidos, bordados, cuidado de su huerto o elaboración de pastas, las Clarisas “han estado presentes en muchos ámbitos de la vida de Gernika-Lumo”, insiste Durana. Y han dado toda una lección de vida. “Más si cabe en estos tiempos que corren donde parece que acumulamos bienes materiales sin saber cómo utilizarlos. Vivimos en tiempos de consumismo, en llenar la casa de objetos para tenerlos abandonados y sin uso”, lamenta el gernikarra, que junto a Prisacariu ha elaborado numerosas piezas audiovisuales que “transmiten historias”, siempre con la localidad foral y sus inmediaciones como eje. Contadores de historias, “narrar el paso de las clarisas era uno de los temas que teníamos en mente”. Y finalmente han podido hacerlo.

“Hemos intentado mostrar el sentimiento de la despedida”, valora Durana, sabedor de que “pagar de alguna forma la aportación de las Clarisas va a resultar imposible, pero sí al menos aportar nuestro granito de arena”. Del estreno de este viernes solo esperan tener “una recepción positiva por parte de los espectadores”, una cogida que siempre suelen tener. “Con que a la gente que venga a verla le guste y disfrute, nosotros ya nos sentimos reconfortados”, incide. La cita es a las 20.00 horas en el Lizeo Antzokia de Gernika-Lumo.