Tras la pelea registrada en el exterior de la discoteca Moma de Bilbao, que se ha saldado con el arresto de dos controladores de accesos, el miércoles falleció el portero de un local de Villava que permanecía en coma tras ser agredido al intentar mediar en una trifulca. El experto, técnico formador y antiguo vigilante de seguridad Juan Luis Blanco explica cómo se debe actuar ante este tipo de incidentes.

¿Qué valoración hace de la pelea registrada el pasado domingo en el exterior de la discoteca Moma en la que se vieron implicados varios controladores de accesos?

Una valoración rápida es que los porteros de control de accesos han de estar en el interior del local. No pueden salir fuera bajo ningún concepto. Ahí ya empezamos a incumplir la normativa directamente. Llamamos el interior del local al bordillo del mismo. En la acera ya no tendrían ningún tipo de competencia, por decirlo de alguna manera.

En caso de que, como cualquier ciudadano, presencien una agresión en la que una persona pueda estar en peligro, ¿se extralimitarían de su función si intervienen?

Si entendemos intervención como una atención temprana, su función es llamar al 112 y cumplir las indicaciones que les den. Si ven que es una comisión de delito en la que puede haber una vida en riesgo, primero se llama al 112 para activar la emergencia y después se interviene en la medida de lo posible. Quiere decir que si hay un agresor encima de una víctima, se le separa y se le retiene hasta que llegue la autoridad.

Salvaguardándose a uno mismo.

Salvaguardando la integridad física de cada uno de los intervinientes. En el momento en el que ellos ven esa trifulca y de inicio valoran, como se puede apreciar en las imágenes, que puede ir a más, la prioridad siempre es activar la emergencia y protegerse ellos y a sus clientes. Por tanto, lo lógico sería que habrían intentado meter dentro del local a la mayor cantidad de gente posible, que no estaría implicada en la pelea, para dar seguridad al resto.

¿Qué diferencias existen entre los controladores de accesos y los vigilantes de seguridad?

El vigilante de seguridad está contemplado en la Ley de Seguridad Privada y el control de accesos no está regulado en ninguno de los formatos.

En cuanto a competencias, ¿qué pueden hacer unos y otros?

El personal habilitado por seguridad privada puede intervenir ante una comisión de delito, prohibir el acceso a los locales a proteger, detener y está contemplado dentro del ordenamiento jurídico, a diferencia del portero, que no deja de ser una persona a la que el local decide confiarle el control de acceso.

¿Cuáles serían sus funciones?

Las funciones del portero serían controlar el aforo y que se mantengan en el interior del local las medidas de seguridad, que las salidas de emergencia estén en condiciones y liberadas, que no haya vasos por el suelo que puedan provocar un accidente... Que se respeten las vías de evacuación, el aforo y poco más.

¿Y en caso de haber una pelea?

Los únicos que podrían intervenir en una pelea serían los de la seguridad privada y tiene que ser en el interior del local. En el exterior la seguridad privada no puede intervenir salvo comisión de delito flagrante.

¿Y una pelea lo sería?

Dependiendo de qué tipo de pelea sea. Si hay dos chavales pegándose, no es un delito. Tendrían que llamar al 112 y prestar apoyo a las víctimas si es en la puerta del local, porque los vigilantes de seguridad tampoco podrían salir del mismo.

Entonces, si se registra una trifulca en el exterior, lo único que se puede hacer es llamar a emergencias.

Avisar a emergencias y, en el caso de los vigilantes, si hubiese un arma blanca o riesgo para la vida, intervenir, pero solo en casos extremos.

En estos incidentes, donde intervienen decenas de personas y pueden agredir a alguien con una botella, debe ser difícil valorar el riesgo.

“Si hay una pelea fuera, los vigilantes de seguridad solo pueden intervenir en casos extremos, si hay un arma blanca o riesgo para la vida”

Es muy difícil de valorar. Por lo tanto, la directriz que tienen los de seguridad es no salir nunca del local y dar seguridad a las personas que están en el interior. ¿Cuándo intervendrían? Si ese hombre con esa botella intenta entrar en el local. Ahí sí pueden hacer uso de la defensa, reducir a la persona y engrilletarla, pero siempre y cuando sea hacia el interior del local. En la calle, solo en comisión de delito. Por ejemplo, ante un caso de violencia de género en el que la mujer corre riesgo o en un robo con arma blanca, en algo muy evidente, y siempre sin abandonar el local que están custodiando. Podría ser a cinco o seis metros de la puerta, pero nunca a más.

¿Se han producido siempre estas refriegas o perciben que ha habido un aumento de la violencia?

En la sociedad hay un aumento brutal de la violencia. Si consultamos a policías, van a decir que están en un momento inédito en la historia, en el que un policía se identifica y da el alto a una persona y se enfrentan a él, cuando toda la vida se ha parado, y eso es transferible a la seguridad privada. Es decir, la sociedad en sí se ha vuelto irrespetuosa respecto a las instituciones y eso se transforma en violencia hacia las autoridades, bien sean públicas o privadas.

Pierden el respeto a los uniformes.

Efectivamente. Ahora mismo estamos en un momento en el que un policía se identifica con la placa y no le mandan a paseo de milagro.

Y si lo hacen con un policía, con un vigilante o un portero...

Con un vigilante de seguridad, que es el escalón por debajo, imagínate, y no te quiero ni contar con un controlador de accesos, que tiene la misma categoría que un camarero dentro del escalafón de seguridad.

¿Alguna reflexión que añadir?

Hay que diferenciar al personal identificado con uniforme y placa, que son el personal de seguridad privada, y al personal de accesos, que no llevan placa ni identificación.