ENTRE quince y dieciocho meses es lo que tarda un menor que está sufriendo acoso en contarlo. ¿Las razones? Miedo, no querer dañar a sus seres queridos o no querer ser “un chivato”. Por ello, desde la Fundación EDEX consideran necesario “mantener viva la chispa de la conversación sobre el bullying” para así poder combatirlo cuanto antes. Para tratar de romper esta realidad y tener abierto el debate sobre el acoso en menores han creado el cómic ¡Bola de sebo! Ante el bullying, rompe el silencio, dirigido a niños de entre 10 y 12 años y que se puede conseguir, de forma gratuita, en la tienda del Bilbao Basket.

La publicación relata a lo largo de 24 páginas una historieta en la que el protagonista, un niño con obesidad, se ve obligado a abandonar los entrenamientos del equipo de baloncesto debido al acoso al que es sometido por uno de sus compañeros de aula y sus secuaces. “En el cómic se representan todas las situaciones y las personas que pueden intervenir en el caso de acoso más típico”, explica Gonzalo Silió, responsable de la iniciativa Ederto de la Fundación EDEX, encargada de desarrollar el tebeo. Y es que, según detalla Silió, el 60% de las personas que han acosado a alguien han dicho que la obesidad era uno de los factores para hacerlo, y el 50% de las víctimas justifican que es la obesidad la causa del acoso. “De hecho, la variable más común para que alguien sufra bullying” es la apariencia física, matiza Silió.

Según el estudio del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa, Maltrato entre iguales Bullying 2020, en dicho año el Índice General de Maltrato fue del 20,3% en Primaria y del 17,8% en ESO. Desde la Fundación EDEX señalan que tanto docentes como familias, “sienten la necesidad de políticas públicas decididas e incremento de recursos, entre los que señalan la formación y el acompañamiento a docentes y la aplicación de programas que involucren al conjunto de la comunidad educativa”. Por ello, el cómic incluye una guía práctica y de fácil manejo para educadores, diseñada para que sean estos quienes se hagan cargo de su cuota de responsabilidad en el cuidado de su alumnado. Además, en él aparece un apéndice para madres y padres que tiene como objetivo facilitar la conversación en el seno de la familia a partir de la lectura compartida del tebeo. En este apéndice aparece explicado el círculo del bullying para que las familias tengan unas primeras pautas sobre cómo abordar el asunto.

Aunque este tebeo es una herramienta que está pensada para trabajar el tema del bullying en un contexto escolar, la escena que se aborda en el cómic se lleva a cabo en “los lugares donde más desprotección hay”, como en es el gimnasio o las extraescolares, y por ello, también podría utilizarse en estos contextos, explica Silió. “El acoso es un problema grave, continuo y extendido que tiene difícil afrontamiento”, matiza, y por ello, considera que este cómic es una herramienta más para abordar el problema y trabajar en su prevención y en la forma de actuación en caso de sufrir o ser testigo de una situación acoso. “Cuantas mas herramientas haya, mejor”, sentencia, ya que bullying es un asunto tan grave como difícil de abordar.