El Consejo de Gobierno vasco aprobó el pasado mayo el proyecto de Ley de Transición Energética y Cambio Climático para alcanzar la neutralidad climática en Euskadi antes de 2050. Esta ley, actualmente en proceso de tramitación parlamentaria, es la primera que aborda el cambio climático en nuestro territorio y tiene como principal objetivo acelerar el proceso de descarbonización a través de la corresponsabilidad.

El texto, impulsado por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, da respuesta a la Declaración Institucional de Emergencia Climática del ejecutivo vasco en 2019, y al objetivo marcado por el Acuerdo de Paris de 2015 de limitar el aumento global de la temperatura a 1,5 ºC. Para ello, la ley establece un marco jurídico orientado a la reducción de las emisiones y a una mayor absorción de los gases de efecto invernadero (GEI) de la atmósfera.

Cero emisiones netas en Euskadi para 2050

Con el fin de alcanzar un nivel de cero emisiones netas y aumentar la resiliencia del territorio, la ley recoge el uso de la fiscalidad, incentivando las actuaciones que favorezcan la adaptación al cambio climático o la reducción de emisiones de GEI. Otra iniciativa es la creación de un Registro Vasco público y gratuito para que entidades públicas o privadas inscriban sus actuaciones en acción climática para poder así acreditar la solvencia técnica de contratos públicos en la concesión de ayudas y subvenciones.

En el plazo de dos años tras la aprobación del texto, los territorios históricos y municipios vascos de más de 5.000 habitantes deberán elaborar, dentro del ámbito de sus competencias, planes de clima y energía para contribuir a los objetivos territoriales. En el caso de municipios de menos de 5.000 habitantes, la elaboración de los planes será municipal o comarcal.

La normativa también contempla la creación de la Oficina de Transición Energética y Cambio Climático, que será la encargada del seguimiento de los objetivos de la ley y del control sobre su cumplimiento. Esta oficina realizará inventario de las emisiones en Euskadi, así como de las previsiones para el futuro, fijará posibles escenarios climáticos y promocionará actividades de divulgación y comunicación.

La ley garantizará la participación de la ciudadanía en igualdad y, en especial, de la juventud. También se tendrá en cuenta la distribución equitativa de los costes y las cargas para que la transición no se convierta en causa de desigualdades, y se pondrá especial atención a los sectores económicos, territoriales y de población más vulnerables, incorporando la interseccionalidad de género, edad y discapacidad.

Transición energética justa

La transición energética deberá hacerse en línea con las directrices internacionales, europeas y estatales, adaptándose al contexto socioeconómico vasco. En este sentido, dentro de los 18 meses posteriores a la aprobación de la ley, el ejecutivo aprobará la Hoja de Ruta 2050 de Transición Energética y Cambio Climático para marcar el camino hacia la neutralidad climática y la resiliencia del territorio.

Las actuaciones en esta materia contemplan el establecimiento de obligaciones de eficiencia energética y renovables para todos los agentes sociales y ciudadanía, y la promoción y aprobación de proyectos sobre uso eficiente de la energía y planes de movilidad sostenible. También abarca la implementación de políticas sectoriales y territoriales orientadas a minimizar la huella de carbono. En la ordenación del territorio y la planificación, se adoptarán medidas para integrar la eficiencia energética y el cambio climático en la edificación, rehabilitación, y en la gestión de las infraestructuras públicas.

Diputación Foral de Bizkaia

El Plan de Actuación Energética (PAE) de la Diputación Foral de Bizkaia 2023-2030, establecerá las actuaciones de sostenibilidad energética para contribuir al objetivo de convertir Bizkaia en un territorio climáticamente neutro.

Para ello, se prevé que el plan contenga un diagnóstico energético a partir de los inventarios del parque de edificios e instalaciones, alumbrado público y parque móvil de la DFB, la definición del nivel base de referencia sobre el que se aplicarán los objetivos de ahorro y eficiencia energética y de implantación de energías renovables, y un plan de actuaciones y de medidas de sostenibilidad energética, con una estimación de las inversiones necesarias, ordenado por las diferentes unidades administrativas. También se contemplará la puesta en marcha de mecanismos para la evaluación anual del Plan y el establecimiento de medidas correctoras.

Ayuntamiento de Bilbao

La Ley también marca unos objetivos claros y específicos respecto a la eficiencia energética de las administraciones locales. En primer lugar, establece al menos una reducción del 35% del consumo energético para 2030 y la generación renovable de un 32% respecto a su consumo eléctrico y térmico.

El consistorio bilbaíno está ultimando su PAE para ponerse en línea con estos objetivos. Las líneas estratégicas para ello son las plantas de generación eléctrica, mediante la generación hidroeléctrica (Ordunte y Sollano) y biogás (derivado del tratamiento de residuos en Artigas), la generación térmica en edificios municipales, incluyendo la energía solar térmica, biomasa, aerotermia y geotermia, y la generación eléctrica fotovoltaica en cubiertas de edificios municipales, tanto para autoconsumo individual como compartido para actuar de nodos energéticos de barrio.