EKOETXEA Urdaibai, en colaboración con la Oficina Técnica del Patronato de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, la asociación de desarrollo rural Urremendi y los productores locales de la zona han unido fuerzas para lanzar una propuesta novedosa en la comarca. Su propósito es animar a la ciudadanía a consumir el producto de kilómetro cero mediante la iniciativa Dastatu Urdaibai, que ofrece un buen número de experiencias que se llevarán a cabo a largo de casi un año. Desde visitar diferentes explotaciones de manera gratuita a exposiciones y talleres gastronómicos, degustaciones de producto, etcétera, los planes buscan “informar a la ciudadanía de los productos de temporada y producidos en la propia Reserva, dar a conocer a las personas productoras y sus productos para poner en valor su labor, así como a conectar a la ciudadanía con las personas productoras para que puedan adquirir los productos de manera directa, sin intermediarios”.

No en vano, acercar a productores y consumidores potenciales viene siendo uno de los objetivos de muchas iniciativas que han surgido en los últimos tiempos en Urdaibai.#Las positivas experiencias de Jangurie –puesta en marcha por todos los centros escolares de la zona cuyo objetivo es conseguir un modelo de comedores escolares sostenible, saludable y local para su alumnado– o Baserritik Gernikara –un portal on line para llevar productos de los caseríos a domicilio creado gracias a la colaboración de baserritarras, consumidores y agentes sociales de la zona de Gernika– son ejemplo de ello. Pero Dastatu Urdaibai quiere dar un paso más en esa cadena, hasta el punto de que “nace para hacer frente, en la propia Reserva, al modelo de consumo alimentario global, cuya producción y distribución suponen muchas veces un problema para la sostenibilidad”. No en vano, “en los últimos años, los productos de proximidad han visto incrementada su demanda debido al conocimiento de la ciudadanía sobre sus beneficios en su salud, la economía local y el medio ambiente”. Hay elementos “como la re-#ducción de la huella de carbono debida a la distribución, el valor gastronómico evitando cadenas de frío y el uso de conservantes o el apoyo a los pequeños productores”, que “pesan cada vez más en la cesta de la compra”. Pero era necesario dar un paso más.

Así, es posible visitar algunas explotaciones locales –según horarios y jornadas programadas de antemano– como Nanike (en Kortezubi y que ofrece conocer todos los secretos de la alubia de Euskolabel y la carne), Aberaska (miel), Santana Esnekiak (yogures, queso fresco o leche), Bedarokela (carne de caserío) o Zabaleko (frutas y verduras). Asimismo, existe la opción de tomar parte en talleres, degustaciones y demás. “Todas estas experiencias están dirigidas a impulsar el consumo del producto local y de temporada y poner en valor la enorme riqueza, variedad y calidad de los productos agroalimentarios del territorio y a que el consumidor pueda conocer de la mano de las personas productoras, cómo se lleva a cabo el proceso y las prácticas empleadas para la obtención del producto final que consumimos y el diferencial que aportan, lo que se traduce en alta calidad y beneficios para nuestra salud”, inciden desde el proyecto “colaborativo, en línea con la misión del centro de cambiar en las personas el modo y manera de actuar para hacerlo de forma más sostenible”. “Potenciar la economía local, cuidar el medio ambiente, y mejorar la salud y el bienestar” bien lo merecen.