Se identifica a Galdames con el pan de la feria del Ogi Eguna de Nochebuena. Sin embargo, a finales de octubre la plaza San Pedro desprende olor a las castañas del Gaztainaga Eguna y las alubias en putxera con las que se cierra la liga gastronómica de las fiestas de los barrios, además de exposiciones micológica y de plantas medicinales. Todo ello, aderezado con el ascenso al Pico de la Cruz. Ayer domingo se anotaron en el casillero de la prueba de 6,5 kilómetros y un desnivel medio del 23% dos récords: masculino de la mano de Alain Santamaría (38 minutos y veinte segundos) y femenino, a cargo de Oihana Kortazar (46 minutos y 55 segundos), quien también ostenta el de la subida al Kolitza.

Los deportistas corrieron, en algunos casos pulverizando los registros vigentes para satisfacción de la organización de Gaztainaga Elkartea y emoción de las personas que siguieron la cita expectantes desde la plaza San Pedro. Les faltó tiempo para detenerse a admirar el paisaje, al contrario que “nuestros mayores, que siempre subían al monte y bajaban con alguna ramita” con una utilidad, contaba Mari Ángeles Esturo, la vecina del municipio que mostró una selección de las plantas que atesora, todas “del entorno”.

“Tenemos una farmacia natural al lado de casa y no lo sabemos”, afirmó rotunda. Al jubilarse “acudí a un curso impartido por el sindicato EHNE y después he seguido leyendo” sobre plantas medicinales y recuperando lo escuchado en casa. Por ejemplo, “las madres nos decían que nos guardáramos de los frutos rojos porque constituían comida de culebras, aunque hoy sabemos que algunos no son tóxicos, como el acebo”, que gozaba de mala reputación. De sus hojas secas “en decocción durante diez minutos a razón de treinta gramos por litro de agua se obtiene propiedades laxantes. El mismo procedimiento para la corteza seca durante un cuarto de hora puede reducir la fiebre”, exponía.

Descubrieron los efectos del madroño cuando “subimos al monte con el perro, lo comió y en el descenso iba de lado a lado... a raíz de eso nos dimos cuenta de que contiene un 10% de alcohol”, ilustraba. La cola de caballo “viene bien para todo porque equilibra” y otra curiosidad: “una persona podría alimentarse exclusivamente de ortigas”, desveló a quienes se acercaron a su puesto.

Mari Ángeles pone a la venta preparados que elabora, entre los que triunfa “la sanjuanera”, compuesta de cincuenta plantas, por su polivalencia. “Fabulosa”, no dudó en aplicársela a su marido en la mano como medida de emergencia tras una quemadura. En Urgencias “nos dijeron que igual había que realizarle un injerto y al final no fue necesario”. El nombre deriva de “San Juan, la mejor época para las plantas porque los principios activos se encuentran en su apogeo”.

Setenta kilos de castañas

Sobre las castañas, producto estrella de la fiesta, desveló que “la castaña pilonga puede servir para hacer aceites y pomadas”. José Antonio Díaz asó “entre 65 y setenta kilos” en los soportales del edificio consistorial que después se repartirían en una degustación gratuita que incluyó revuelto de champiñones. Este año “han salido en septiembre y por los calores proliferan las que están dañadas por los insectos”.

El séptimo certamen de castañas que figuraba en el programa no fue el único concurso previsto. El Gaztainaga Eguna se convirtió en la parada final de la liga gastronómica entre barrios que se ha disputado a lo largo de los últimos meses en San Pedro (paella), La Aceña (patatas a la riojana), Santiago (ensaladilla), Txabarri (sukalki), Montellano (marmitako), San Esteban (tortilla de patata), Zubiaga (pisto) y ayer mismo, alubias en putxera que sirvieron el menú a la comida popular celebrada otra vez en la plaza San Pedro y clausuraron una semana con claro protagonismo en Enkarterri después del concurso de San Severino, el lunes en Balmaseda.

Kilómetro vertical

Un perfecto reconstituyente para los deportistas que se inscribieron en la subida vertical al Pico de la Cruz. Con la salida y la meta en la propia plaza, el trazado estaba marcado cada cincuenta metros, según indicaron desde la organización. “Se va a Akendibar, se sube la zona denominada el barranco y a los dos kilómetros empieza lo bueno”, la verdadera exigencia entre “piedras gordas vestigio de una antigua mina hasta la cumbre”. Para que los tiempos fueran contabilizados los impulsores de la carrera establecieron como condición imprescindible tocar la cruz en lo alto”. El año pasado Alain Santamaría rozó el récord, pero se quedó “a unos pocos segundos”. Oihana Kortazar lo certificó ayer domingo en modalidad femenina en su primer intento declarando que “en un kilómetro vertical hay que sufrir si quieres marcar un buen tiempo”.

El Gaztainaga Eguna arrancó el viernes con la charla de Carlos Prieto, de la sociedad espeleológica Burnia de Galdames sobre fauna subterránea. El sábado se disputó la final de pelota mano en el frontón y por la noche, txistularis de la localidad actuaron antes de ceder el escenario a Meatzaldeko Harrigorria y Luhartz.

Medio centenar de voluntarios y voluntarias de Gaztainaga Elkartea supervisaron las actividades de todo el fin de semana de entre los aproximadamente “200 socios” que la forman, calculó uno de sus integrantes, Endika Camino. El próximo año conmemorarán sus bodas de plata como uno de los estandartes culturales de Galdames y promotores del Gaztainaga Eguna.

Pico de la cruz

Récord masculino: Alain Santamaría. Tras quedar el año pasado a unos pocos segundos, Alain Santamaría firmó ayer el récord masculino de la subida al Pico de la Cruz con 38 minutos y veinte segundos.

Récord femenino: Oihana Kortazar. En su primera participación en la prueba, Oihana Kortazar rebajó la mejor marca a 46 minutos y 55 segundos, no sin “sufrir”, según dijo ella misma.

Socios

200

Gaztainaga Kultur Elkartea, la asociación impulsora del Gaztainaga Eguna, que cumplirá 25 años en 2024, cuenta con alrededor de 200 socios.