El primer garaitarra que se sube al ring profesional. Aitor Romero debutó con victoria la semana pasada en la modalidad K1, kickboxing con rodillas, en la Velada Bilbao Gran Slam disputada en Etxebarri.

El trabajo, la constancia, la disciplina y la dedicación de estos años han tenido recompensa. “No soy consciente todavía que he ganado mi primer combate profesional. Había entrenado muchísimo para el debut; llevaba tres meses entrenando dos veces al día, cero alcohol y cero fiesta. Uno siempre tiene la preocupación de no estar lo suficientemente preparado; sabía que mentalmente llegaba muy fuerte y eso es muy importante”, valora sobre su primera victoria profesional que ha logrado con 20 años.

Aitor comenzó a probar las artes marciales a los 14 años. Fue en ese momento cuando dejó el Durango Rugby Taldea y comenzó a disfrutar con la adrenalina que le provocaba subirse al ring. Rápidamente supo que esa era la disciplina deportiva que quería practicar. “Estaba en 3º de ESO, entrenábamos en Maristak y era el único crío que había en clase. Desde el principio me gustó, le cogí el gusto y empecé a interesarme por este deporte”, repasa sobre sus primeras experiencias el luchador del club durangarra Laureano Fight Team.

Considerado el mejor peleador amateur en la categoría pesado y semipesado de la zona norte, el garaitarra llegaba al estreno profesional en un combate de K1 profesional (-88 kg.) para medirse a Daniel García, del Gimnasio Kontact Sport de Oviedo. Las sensaciones antes de combate eran buenas, pero los nervios eran palpables en el ambiente. Una vez que sonó la campana, todo cambió. “Estaba tenso, pero dentro del ring se te pasa todo. Es curioso porque a pesar de que había muchísima gente viendo y gritando el combate, yo no escuchaba nada. Estás concentrado, muy metido en la pelea y da la sensación de que estás solo con tu rival. Lo que buscas es concentrarte para que no te pegue y darle tú. Estuve súper a gusto; disfrute porque me salió todo lo que había entrenado”, repasa sobre su primera cita profesional.

El salto de Aitor Romero al ring profesional, en imágenes K. Doyle

Campeón de Euskadi de K1 en 2021 y 2022, Aitor ganó su primer combate por abandono del rival en el segundo asalto después de realizar un recital a nivel técnico, físico y psicológico en el cuadrilátero. En este sentido, el garaitarra se quedó con ganas de más: “En el segundo asalto Daniel García tiró la toalla. En ese momento sentí que me apetecía seguir peleando viendo que era superior y me estaban saliendo las cosas; me quedé con ganas del tercer asalto, pero ya vendrán más combates. Me alegré por ganar y porque las horas de entrenamiento han merecido la pena”.

Aitor Romero estuvo muy arropado en su debut profesional. Fueron más de un centenar de amigos y familiares llegados desde Madrid y Palencia los que quisieron acompañarle en su primera gran noche. “Se agradece mogollón que vengan a verte porque aunque cuando estás dentro del ring no escuchas nada, sabes que están contigo. Al terminar es una pasada ver a los tuyos felicitándote y alegrándose por ti”, agradece el joven, consciente de que los que más sufrieron en el frontón de Etxebarri fueros sus padres, en especial su ama. “Lógicamente lo viven en tensión. También es verdad que mi madre suele decirme que me da el dinero que me pagan por pelar y que lo vea desde la grada”, reconoce entre risas.

Tranquilo y con los pies en el suelo, Aitor entrena todos los días: pesas a las mañanas y por las tardes cardio; bien corriendo, bien subiéndose al ring. Aunque le cueste estar sentado, el domingo toca descanso. Además, cuida su alimentación y cuenta con el apoyo de un nutricionista.

Con los deberes bien hechos, Aitor desconectará estos días coincidiendo con las fiestas de Durango. En este sentido, el joven tiene claro que es bueno salir de la rutina de los entrenamientos y aprovechar para oxigenar la cabeza. “Esta semana saldré algo y después ya me pondré otra vez serio. Hay que descansar un poco y así luego lo coges con ganas otra vez”, explica.

Con la esperanza de volver a subirse al ring a comienzos del próximo año, el garaitarra seguirá preparándose para llegar en las mejores condiciones físicas y mentales al siguiente combate. Mirando al futuro deja muy claro que “lo que quiero es acumular un montón de peleas y sería perfecto quedar campeón de España en K1 profesional”.