Sirimiri persigue ser un espacio seguro, amable y de confianza para los más pequeños. Se trata de un club de tiempo libre que nace con el fin de contribuir al desarrollo personal y social de los menores de Erandio. De hecho, el Área de Acción Social del Ayuntamiento “es pionera” al integrar dentro de los servicios sociales un proyecto de estas características, tal y como desvela la concejala del Departamento, Maite Pérez.

Sirimiri echa a volar. Se llevará a cabo en horario de tarde y su ubicación será en el Colegio Ignacio Aldekoa de Astrabudua, los lunes y los miércoles. Y en el edificio Bekoa, de Altzaga los martes, jueves y viernes. Cualquier persona que desee más información sobre esta iniciativa podrá obtenerla llamando al teléfono 669 85 75 21, o enviando un mensaje a eisep4@erandio.eus.

Esto significa que el equipo de intervención socioeducativa y psicosocial municipal (Eisep) estará bajo el paraguas de Sirimiri. “Este servicio está ideado para adquirir y/o recuperar hábitos, actitudes o capacidades positivas y que permitan un desarrollo adecuado de las personas en su entorno familiar y educativo”. Previa valoración del caso, se inicia un trabajo con las familias con la ayuda de un educador social y de un psicólogo. La intervención se realiza por medio de entrevistas (individuales y grupales), visitas a domicilio… Ahora, a esas funciones se añade la de cobijar el club de tiempo libre para menores de 6 a 13 años.

Este grupo busca, según traslada Pérez, impulsar las relaciones positivas entre iguales, promover conductas de autocuidado tanto físico como emocional y social; a la vez que la adquisición de normas, valores, actitudes, habilidades sociales y hábitos saludables; potenciar la identidad propia y la autoestima e identificar y expresar emociones en los menores. “Todo ello se plasma en un espacio de confianza y seguro, promovido por profesionales, mediante actividades donde los niños y niñas pueden expresarse y explorar sus emociones, pensamientos y comportamientos a través del juego”, puntualiza la concejala de Acción Social.

Así, en Sirimiri, las actividades son colaborativas y fomentan la cohesión grupal, que además de favorecer la socialización e integración, infunden valores solidarios y de compañerismo. Otro de los elementos clave que se trabajarán en este espacio es la identidad de grupo, lo que permite implementar habilidades sociales para una convivencia positiva, como la empatía, la escucha activa, la comunicación asertiva, la toma de decisiones individual y grupal, y la resolución de conflictos interpersonales entre otras. “Aunque el programa está destinado a menores de entre 6 a 13 años, se establecen grupos, en función de las edades y nivel madurativo de los y las participantes”, matiza Pérez.

Este programa supone un paso más de atención a la infancia, un objetivo que adquirió más fuerza para el Ayuntamiento de Erandio desde que se adhirió a la red europea de ciudades educadoras en 2021, lo que a su vez supuso poner más énfasis al trabajo realizado en el consejo escolar municipal –del que forman parte representantes políticos, de las direcciones de los centros escolares y de las AMPA– como al de Umeen Kontseilua.

Las ciudades educadoras tienen como principios ofrecer a todos sus habitantes, “como objetivo crecientemente necesario para la comunidad”, la formación en valores y prácticas de la ciudadanía democrática: el respeto, la tolerancia, la participación, la responsabilidad y el interés por lo público, sus programas, sus bienes y sus servicios.