El sonido del cuerno con el que dice la leyenda se anunciaba la convocatoria de las reuniones que se celebraban en Gernika volverá a sonar en el Kolitza este sábado, 7 de octubre, para orientar a las personas que se sumen a la XVIII edición del Día de los Montes Bocineros, según han informado las Juntas Generales de Bizkaia

El pico más emblemático de Enkarterri será escenario de esta celebración que se traslada anualmente por las cinco cumbres bocineras de Bizkaia (Kolitza, Ganekogorta, Gorbea, Sollube y Oiz).

Las Juntas Generales de Bizkaia organizarán esta cita en colaboración con cinco clubes de montaña del territorio: Balmaseda Mendi Taldea (Balmaseda) -club anfitrión- Gailurra (Bilbao), Ganzabal (Lemoa), Sollube 707 (Bermeo) y Alpino Tabira (Durango).

 6 kilómetros de ascensión

Quienes participen ese día en la jornada montañera ascenderán a la cima del Kolitza con el fin de cumplir fielmente con la tradición de tañir los cuernos a las 12.00 horas, tras dejar atrás los 6 kilómetros de ascensión que separan la plaza del Ayuntamiento de Balmaseda -punto de partida- y la ermita de San Roque que corona la cumbre del monte encartado.

En esta jornada, recordatorio de antiguas tradiciones vizcainas, se utiliza un cuerno realizado de forma expresa para este día, que se va trasladando año tras año, desde el 2004, por las distintas cimas bocineras.

 Este año, tras el sonido de los cuernos junto a la ermita, la organización dispondrá en el refugio, situado a escasos metros de la cima, de un pequeño espacio festivo en donde no faltará la música, los bailes tradicionales y un pequeño aperitivo para quien haga la subida.

En este ambiente festivo, y como marca la tradición, el club Balmaseda Mendi Taldea, encargado de la ascensión deportiva de 2023, cederá el testigo al representante del club Sollube 707 de Bermeo, entidad que organizará la subida al Sollube en 2024, continuando así con el ciclo de ascensiones a los montes bocineros.

 El Día de los Montes Bocineros se ha convertido ya en una marcha clásica entre los aficionados a la montaña y las tradiciones vascas, que celebró su última edición en el Gorbea, tras un parón de dos años por la pandemia.