Itsasne Arraiz, Maia Carreño, Irene Ibarretxe, Aitana León, Ainhize Marco, Nerea Pardo, Uxue Saratxaga y Ane Segura. Son las ocho integrantes del club de natación sincronizada Urbarri, de Etxebarri, que lucen orgullosas la medalla de bronce obtenida en el Campeonato de España alevín e infantil de Segunda División de Natación Artística celebrado en Zaragoza, el pasado fin de semana. En esta importante competición se dieron cita más de 400 deportistas de 39 clubes procedentes de once comunidades autónomas y la formación etxebarritarra se alzó con el tercer puesto en la final de equipos libre infantil, por detrás de Club Natació Sabadell que ganó el oro y del Club de Natació Les Franqueses, también catalán, que logró la plata. Además, las infantiles del Urbarri volvieron a casa con un más que meritorio sexto puesto en la final de rutina combinada.

Desde el club no han dudado en calificar como “día histórico” la jornada en la que las ocho deportistas infantiles, de entre 12 y 15 años de edad, se subieron al tercer cajón del podio y consiguieron “la primera medalla en un Campeonato de España por parte de nuestro club y segunda en la historia de equipos infantiles de la Federación Vasca, una medalla de bronce que han recibido gracias al trabajo y tesón de todas ellas”. Ese reconocimiento está dirigido también a su entrenadora Yrama Simarro que, con solo 22 años, ha llevado las riendas del equipo en una temporada en la que, además, “ha cambiado completamente el reglamento y todas las entrenadoras y nadadoras estábamos a la expectativa”. Su filosofía, de cara a este campeonato estatal, estaba clara. “Lo que, en todo momento, trasladamos desde el club a las niñas es que fueran a demostrar el buen trabajo hecho durante todo el año y, sobre todo, que se divirtieran. Nunca hemos ido a buscar una medalla. Ha sido muy gratificante conseguirla, pero no era nuestro objetivo”.

Gran interpretación

Uno de los grandes aciertos del equipo de infantil del club Urbarri de Etxebarri fue la sintonía elegida para la rutina o coreografía preparada. “Es de Juan Luis Guerra y muchos de los jueces que hemos tenido a lo largo de los campeonatos de esta temporada nos han felicitado por la canción. Es un tema que engancha, que llega al público y con el que nuestras nadadoras se vienen muy arriba”. Tanto es así que “nadaron tan divertido y fuerte que en impresión artística tuvimos una puntuación muy alta” y otro aspecto que les hizo alcanzar la medalla de bronce fue que “de los nueve elementos o figuras que tenía la coreografía, solo tuvimos dos errores o fallos”. Un ejercicio, por tanto, rozando la perfección que solo fue superado por otros dos equipos de Catalunya que, al igual que Madrid, es una comunidad con mucha más trayectoria, equipamientos y recursos para una disciplina deportiva que, al menos en Euskadi, es aún minoritaria, poco conocida “y no dispone de centros de tecnificación”, lamenta Yrama.

La confirmación de la medalla de bronce se hizo, además, esperar. El equipo del club etxebarritarra salió en segunda posición en una final en la que participaban, en total, 16 formaciones. “Sabíamos que la puntuación obtenida era buena, pero no pensábamos que fuera tanto como para conseguir podio”. Los nervios, la tensión y la incertidumbre fueron una constante. “Los padres y madres que estaban en las gradas iban anotando las puntuaciones del resto de clubes, estuvimos en primera posición mucho tiempo, luego nos adelantaron dos equipos…” y cuando dieron los resultados definitivos “llegó la explosión de alegría de las niñas, de los padres... Fue muy emocionante, aún se me ponen los pelos de punta al recordarlo”, recuerda su entrenadora.

Sin duda, esta medalla de bronce ha sabido a triunfo para un club muy modesto que echó a andar hace solo 12 años “gracias al esfuerzo de unos padres que establecieron las bases para llegar a ser lo que ahora hemos conseguido”, destacan desde la entidad deportiva de Etxebarri. En esta temporada, ha contado con un total de 65 nadadoras de diferentes localidades vizcainas y distribuidas por categorías en función de su edad: en la Escuela de Sincronizada las benjamín, prebenjamín e infantil que no compiten; mientras que las federadas conforman los equipos alevín, infantil y junior. “Somos un club tan pequeño que somos como una familia, todas las niñas, independientemente de su edad, se adoran y este triunfo va a ser un aliciente para todas ellas”, afirma Yrama Simarro, conocedora de los sacrificios de una disciplina tan exigente como es la natación sincronizada. “Se empieza poco a poco. En las categorías inferiores buscamos que las niñas se diviertan, pero cuando ya llegan al nivel de competición, el trabajo se intensifica. Las infantiles, por ejemplo, entrenan cinco días a la semana y, en total, unas 18 o 19 horas”.

Se trata, además, de un deporte muy completo que engloba actividades tanto dentro como fuera del agua. “La temporada se empieza siempre corriendo para coger fondo físico, se trabaja la flexibilidad, se hacen ejercicios que vienen de la gimnasia artística o rítmica y, por supuesto, hacemos mucha natación y resistencia”. Llegar a más gente es el gran reto del club Urbarri. “Esta temporada ha sido una de las más flojas y nos gustaría que se animara más personas a probar esta disciplina, sobre todo txikis, porque es muy importante tener una cantera”. El mensaje que quiere transmitir Yrama es de tranquilidad. “Hay familias que vienen con algo de preocupación. Creen que no es un deporte para niñas y niños pequeños que no se defienden aún bien en el agua. Pero no pasa nada. Aquí les enseñamos a nadar, a quitar el miedo y empiezan con juegos y bailecitos para que, sobre todo, disfruten y lo pasen bien”.