Las previsiones eran poner en marcha el servicio en primavera; la fecha se retrasó primero hasta la primera quincena de junio, luego hasta julio y finalmente no será posible que los usuarios dispongan de las bicis de Bizkaibizi hasta después del verano. La tramitación administrativa para ponerlo en marcha, así como la electrificación de las estaciones, va a retrasar hasta esa fecha la inauguración del servicio.
“La electrificación de las estaciones nos está generando un pequeño cuello de botella”, admite el director foral de Movilidad Sostenible, Ángel Ranero, debido al elevado número de estaciones, un total de 79, a las que dotar de energía eléctrica que permita a las bicis recargar su batería cuando están en desuso. Afortunadamente, “parece que se está desatascando pero nos ha ralentizado la puesta en servicio”. En Barcelona, por ejemplo, las bicicletas se pusieron a disposición de los usuarios sin haber electrificado las estaciones, lo que obliga a retirar las bicis todas las noches para recargarlas. “Queremos tener un porcentaje de estaciones electrificadas para que el usuario encuentre las bicicletas con batería suficiente”, apunta.
Y, por otra parte, está también la propia tramitación administrativa de los precios públicos y el reglamento del nuevo servicio, que tiene que estar en exposición pública hasta el próximo día 20. Con todo, su puesta en marcha no será posible hasta después del verano. Ranero no se atreve a afinar más la fecha. “Ni en julio ni en agosto, pero será lo antes posible”, avanza.
El servicio se pone en marcha con la vocación de crecer a otros municipios en el futuro. De hecho, el área metropolitana de Bilbao incluye hasta 35 localidades, con los que se reunió el entonces departamento de Transportes y Movilidad Sostenible en 2021 para presentarles el proyecto. “Sabemos que hay municipios que están interesados en sumarse a la iniciativa y la intención es que vaya creciendo pero consolidando cada paso. Queremos ir viendo cómo evoluciona y cada municipio tiene unas características diferentes”, advierte el director de Movilidad Sostenible, Ángel Ranero.
Las bicicletas, que tienen GPS incorporado, solo podrán ser utilizadas en el ámbito geográfico de los nueve municipios que se han integrado en el servicio en esta primera fase –Santurtzi, Portugalete, Sestao, Barakaldo, Bilbao, Erandio, Leioa, Getxo y Berango–, por lo que, en principio, no será necesario el uso del casco, al tratarse de vías urbanas “salvo un tramo de 300 metros”, apunta Ranero. En cualquier caso, su uso será responsabilidad del usuario, que también tendrá la obligación de comprobar que la bici que recoge está en buen estado y de reportar las incidencias.
El reglamento recoge también las conductas que estarán consideradas incumplimientos leves, graves o muy graves, y que podrán llegar a acarrear la baja automática del servicio y la imposibilidad de darse de alta en tres años.