Las obras para la mejora vial “en términos de seguridad, conectividad y calidad de vida” del entorno de la carretera BI-2235 que cruza en dos en barrio de San Cristóbal, Busturia, están a punto de arrancar. El proyecto, largamente esperado por el Ayuntamiento de la localidad, persigue “humanizar” esa zona, en la que ha habido numerosos accidentes. La Diputación Foral de Bizkaia, a través de su departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial es la entidad que corre al cargo de estos trabajos –cuyo coste asciende a 2,7 millones de euros en total–, que en un principio buscarán no producir “grandes afecciones” este verano, en el que el habitual tráfico de Urdaibai se ve incrementado por la afluencia estival de visitantes.

Fue en enero pasado cuando el entonces diputado foral Imanol Pradales, y los alcaldes de Busturia y Murueta, Aitor Aretxaga y Julen Karrion –los tres repiten en sus puestos pasadas las recientes elecciones– visitaron un entorno que verá cómo se construyen diversas infraestructuras, entre una rotonda de cuarenta metros de diámetro en la zona de Sakonetas para el calmado del tráfico, la prolongación del bidegorri, la creación de una acera en la intersección con la carretera BI-3123, que conecta con Arrieta por Paresi, la eliminación de los peligrosos aparcamientos y la iluminación de un tramo del itinerario peatonal de Murueta en los tramos entre Kamiñoko y Larrondo y Abrasolo y Flores. En lo respectivo a los plazos, fuentes forales ya adelantaron que las obras tendrían una duración de un año, por lo que en un principio deberían haber concluido para el verano de 2024.

La nueva rotonda modificará la movilidad interna en el barrio de San Cristóbal, así como la entrada a Altamira, otra de las barriadas busturitarras. Calificada por el alcalde de Busturia Aitor Aretxaga como “prioritaria” para su localidad, más importantes serán los cambios que se darán en la propia carretera foral. No en vano, incluirán “la eliminación de los aparcamientos en batería en ambas márgenes de la carretera, ampliación de aceras, y adecuación de los pasos de cebra y semáforos”. La seguridad se verá mejorada, así como se logrará el ansiado calmado del tráfico. “Supone priorizar al peatón, humanizar el barrio desde el punto de vista urbanístico y, sobre todo, desde el punto de vista de la vida en San Cristóbal”, ahondó Aretxaga. “Sabemos de lo peligrosas que son las maniobras de aparcamiento en esta zona y por eso se van a reubicar los aparcamientos en una zona más segura del barrio”, afirmó.

Las mejoras no sólo se llevarán a cabo en Busturia. Murueta también verá cómo se instalará iluminación en el bidegorri, un itinerario peatonal de 3,5 kilómetros de longitud que es muy utilizado por los vecinos de la localidad, y del conjunto de Busturialdea. Será, más concretamente, en dos tramos: del área de Kamiñoko hasta Larrondo –420 metros que dispondrán de 15 farolas–, y por el otro, desde la salida del camino Abrasolo hasta la casa Flores –535 metros y 18 farolas–.

Los trabajos

Diámetro: cuarenta metros. Se construirán diversas infraestructuras, entre las que destaca una rotonda de cuarenta metros de diámetro en Sakonetas para el calmar el tráfico, la prolongación del bidegorri, una acera en la intersección con la carretera BI-3123, que conecta con Arrieta por Paresi, la eliminación de los peligrosos aparcamientos y la iluminación de un tramo del itinerario peatonal de Murueta entre Kamiñoko y Larrondo y Abrasolo y Flores.

Verano de 2024. Las obras han sido adjudicadas por 2,7 millones y deberían estar acabadas para verano de 2024.