Los vecinos del portal número 13 de la calle Santa Eulalia de Santurtzi han podido dormir con total tranquilidad esta noche. Ha sido la primera después de meses, desde que un grupo de personas okupase ilegalmente un piso, ubicado en la segunda planta y que, todo hace indicar que se usaba como narcopiso. Ayer martes, pasadas las 21.00 horas, la Policía Local de Santurtzi trasladó a los dos okupas la orden de alejamiento de 200 metros decretada el pasado lunes por el Juzgado de Barakaldo por amenazar a varios vecinos del número 13 de la calle Santa Eulalia, hecho que les obligaba a abandonar la casa. Vista la situación, el tercero de los okupantes del inmueble, también accedió a abandonar la casa con lo que se puso punto final a varios meses de okupación ilegal.

Tras el dictamen judicial del pasado lunes, se intuía que sería cuestión de horas la activación de la orden de alejamiento que marca que dos de los okupas no pueden aproximarse a menos de 200 metros de varios de los vecinos de este portal a quienes a lo largo del pasado fin de semana profirieron todo tipo de amenazas, varias de ellas de muerte. Así las cosas, se preveía que pudiera ser a lo largo de la jornada de ayer martes cuando, al hacerse efectiva la orden de alejamiento, la Policía Local de Santurtzi indicaría a dos de los okupas que debían abandonar la casa que okuparon meses atrás en virtud del dictamen judicial. Esto ocurrió pasadas las 21.00 horas, cuando agentes de la Policía Local se personaron en la vivienda para notificar a los dos okupas la entrada en vigor de la orden de alejamiento.

Quedaba la duda de, vista la situación, qué haría la tercera de las personas que han estado okupando la vivienda y que han estado generando todo tipo de molestias a los vecinos de este portal situado en pleno centro de Santurtzi. Finalmente, el tercero de los okupas decidió salir de la casa con lo que se dio por finalizada la okupación. Atrás quedan meses en los que los vecinos del número 13 de la calle Santa Eulalia han tenido que soportar ruidos y gritos a todas horas, un ir y venir constante de personas a la vivienda ocupada, varios destrozos en el portal y el forzado continuo de la puerta de acceso al portal. Ante estos hechos, la pasada semana la comunidad de vecinos decidió hacer pública su situación, primero, colocando pancartas en varias viviendas y, después, acudiendo a los medios de comunicación.

El pasado sábado celebraron una concentración frente al portal, algo ante lo que los okupas respondieron con lanzamientos de objetos a la vía pública y amenazas de muerte a varios vecinos. Dichas amenazas supusieron, tras la orden de alejamiento dictada por el juez, el final de la pesadilla para los vecinos de Santa Eulalia 13.