La Policía Local de Santurtzi ofrecerá protección las 24 horas del día a los vecinos del número 13 de la calle Santa Eulalia, portal en el que se ha denunciado la okupación de una de las viviendas por parte de un grupo de personas que también lo utiliza presuntamente para vender droga. Esta medida se ha adoptado tras una reunión que mantuvieron la alcaldesa de Santurtzi, Aintzane Urkijo, varios concejales y mandos de la Policía Local y la Ertzaintza con representantes de la comunidad de vecinos. En el encuentro, que tuvo lugar a primera hora de la tarde de ayer lunes, los vecinos trasladaron su “preocupación y miedo” por lo que están viviendo en los últimos meses, algo que no ha hecho más que acrecentarse en los últimos días desde que decidieran hacer público su hartazgo por la actitud de las personas que, al parecer, okuparon el inmueble, una vivienda de la que los vecinos sospechan que es un “narcopiso”. “El Ayuntamiento se ha comprometido a tener una patrulla policial las 24 horas del día frente al portal. De hecho, van a tener acceso directo a nuestra escalera para que puedan patrullar también en el interior y acompañar a subir y bajar a casa a aquellas personas que lo precisen”, indicó Judith, una de las vecinas de la finca de Santurtzi.

Y es que a lo largo del fin de semana la situación en este portal se ha recrudecido más si cabe. Los residentes de este portal tuvieron que soportar no sólo los tremendos ruidos y gritos a horas intempestivas desde la casa okupada, sino también el lanzamiento a la vía pública de latas, objetos de cristal, tornillos y hasta un televisor. Además, en los últimos días han amenazado de muerte a varios vecinos como consecuencia de la concentración popular que tuvo lugar el pasado sábado frente al edificio. “Debido a la manifestación que hicimos el sábado hemos tenido represalias. Nos han amenazado de muerte, han continuado los ruidos y nos han dicho que ésto sólo es el principio de lo que van a hacer. Tenemos miedo”, señaló Txerra, otro de los vecinos de este portal.

ORDEN DE ALEJAMIENTO

Ante esta situación, varios vecinos denunciaron a dos de los tres okupas por amenazas y ayer mismo tuvo lugar un juicio rápido por estos hechos. Los acusados no se personaron en el mismo, pero el juez decretó una orden de alejamiento que, si los trámites jurídicos no se demoran, podría entrar en vigor hoy mismo.

En el momento en el que esa orden sea efectiva, los dos okupas acusados tendrán que abandonar el piso y al tercero se le ofrecerá la opción de abandonar el inmueble. No se descarta que, en el caso de que esa tercera persona se niegue a salir, los vecinos presenten denuncias también contra ese okupa, ya que, según indicaron desde la comunidad de propietarios, hay grabaciones en las que se recogen amenazas proferidas por dicha persona a algunos residentes. Si, por el contrario, decidiera abandonar el inmueble, la propietaria de la vivienda podría recuperar el piso inmediatamente. Por todo ello, las próximas horas se vislumbran claves en este caso, horas en las que los vecinos de Santa Eulalia 13 contarán con la protección de una patrulla de la Policía Local.