El caserío Kadaltso de Zamudio es una auténtica joya patrimonial del municipio de más de 500 años de antigüedad. Este baserri, que se encuentra ubicado a la entrada del municipio, concretamente en el barrio Elexalde a la altura del número 14 de Lekunbiz auzoa, pertenece a la primera generación de caseríos vascos y data del año 1506. Fue edificado por el linaje de María Diez de Cadalso y se trata de un caserío excepcional al ser completamente distinto al resto de los del entorno. La piedra y la madera son sus elementos principales y, tras ser adquirido por el Ayuntamiento de Zamudio en 2019, ahora está más cerca de recuperar su esplendor. En concreto, tal y como anunció este pasado viernes 31 de marzo la Asociación de Desarrollo Rural, Jata-Ondo, el inmueble será rehabilitado y se convertirá en un centro de interpretación aunque su finalidad está aún por definir.

En este sentido, para ejecutar este proyecto, el Consistorio recibirá financiación procedente de los fondos europeos Next Generation para la recuperación y rehabilitación sostenible de este histórico inmueble, que además de un centro de interpretación también acogerá una oficina turística virtual.

Esta actuación se engloba dentro el plan de sostenibilidad turística en destino de Uribe, subvencionado íntegramente a través de los fondos europeos gestionados por el Gobierno vasco. En total, la ADR Jata-Ondo recibirá 3.320.000 euros –el 68,06% de importe solicitado–, destinados al desarrollo de proyectos turísticos de ámbito comarcal y municipal canalizados a través de 16 Ayuntamientos pertenecientes a la asociación de desarrollo rural de la comarca de Uribe.

Características

Sobre esta línea, el caserío Kadaltso estuvo vinculado al linaje y a la casa-torre de Zamudio y su estructura se compone de una planta rectangular, que consta de planta baja, principal y bajocubierta. Los muros perimetrales son de mampostería, excepto en las esquinas donde se emplea la sillería arenisca, según detallan. El uso de la mampostería también se observa en la fachada principal, en las estancias ubicadas a los lados del vestíbulo que rellenan el hueco entre las vigas y las paredes laterales. Asimismo, en el muro trasero “se abre una pequeña ventana de arco de medio punto que remite al siglo XVI”, indican. Por otro lado, la estructura de la fachada es de madera y se empleó el ladrillo para levantar los tabiques entre las vigas y los pilares. Del mismo modo, para la construcción de los muros interiores, junto con la piedra se utilizó la escoria de las ferrerías. “La fachada de la casa era también de madera, se reparó en el siglo XVII y se cerró con ladrillo. Para mantener el peso, como refuerzo, se dispuso una columna de piedra arenisca sobre la que descansa el escudo de armas de la familia Cadalso”, describen en el libro sobre los caseríos el municipio editado por la Fundación Labayru. Por último, bajo el escudo de los Cadalso que preside la fachada principal se ubica el letrero instalado en 1954 que recuerda la ascendencia del escrito gaditano José de Cadalso, “en quien las armas y las letras de España tuvieron valeroso paladín...”, reza la inscripción.