El servicio de asistencia de grúas ligeras del Gobierno vasco para la retirada urgente de vehículos de la A-8 y accesos en el entorno metropolitano de Bilbao intervino en 564 incidentes durante 2022, su decimosegundo año de funcionamiento. De ellos, 360 corresponde a averías y 204 a accidentes.

En 225 de los 564 casos, las personas conductoras no tuvieron posibilidad de apartar su vehículo al arcén. Dado que un incidente de este tipo ocasiona retenciones de unos 6,5 kilómetros de media en condiciones normales de circulación, se estima que este servicio ha evitado unos 1.460 kilómetros de retenciones.

La directora de Tráfico, Sonia Díaz de Corcuera, subraya el interés del Ejecutivo vasco en mantener este servicio, “que posibilita una conducción más fluida, lo que redunda en una mayor comodidad para las personas conductoras”, y contribuye a dotar a la red viaria vasca de “mayor agilidad.

Desde la puesta en marcha del servicio hace doce años, las grúas han tenido 6.286 actuaciones. Por lo que respecta al ejercicio 2022, un 27,6% de las actuaciones corresponde a incidentes por accidentes, un porcentaje inferior al registrado los últimos años, más del 31% en 2021 y 2020, 40,4% en 2019 y 42% en 2018. “Se observa, por tanto, una tendencia descendente en los rescates originados por accidentes, en paralelo al aumento gradual de los rescates por averías”, explican desde Tráfico. Todo ello teniendo en cuenta el “estancamiento” en 2021 y 2020, debido a las restricciones de movilidad por la covid-19.

Las grúas, hasta un máximo de cuatro, se posicionan en la A-8, entre el punto kilométrico 110, en Basauri, y el 139, en la muga con Cantabria para ayudar a los turismos accidentados en el tramo, así como en los accesos comprendidos en el mismo, en ambos sentidos de circulación.

Las ubicaciones de las grúas se determinan previamente, en “puntos estratégicos que abarcan amplios tramos de vía en ambos sentidos”, señalan desde la Consejería. El tiempo medio que transcurre desde que una grúa de rescate recibe el aviso de movilización desde el Centro de Gestión de Tráfico de Euskadi hasta la llegada al punto exacto en que se requiere la prestación de su servicio es de unos 12 minutos. Los vehículos se retiran a un lugar seguro, que determina la patrulla que atiende la incidencia. Si esto no fuera posible, se llevan a las instalaciones de la empresa adjudicataria del servicio donde, posteriormente, acude la grúa de asistencia particular del vehículo.