“Somos como una familia”, resume Ethan Cajigas, actor de 22 años, el benjamín de la compañía de teatro Utopian. Quizás, pueda sonar a tópico, pero charlando solamente un rato con los intérpretes y con el director Carlos Baiges se percibe el cariño y el buen rollo entre ellos. Y puestos a ver quién ejerce el papel de abuelo… Está claro: Javier Ausin. El pasado 22 de enero sopló 80 velas y ese momento le pilló sobre los escenarios, de donde no tiene pensado bajarse. Su familia teatral brindó con él en el cumpleaños, por supuesto.

Javier lleva, nada más y nada menos, que quince años en Utopian, centro artístico y educativo de artes escénicas ubicado en Getxo; primero, en la escuela de interpretación y luego consiguiendo dar el salto a la compañía profesional. ¡Impresionante! Esto empezó para él a los 65 años con una llamada de teléfono: “¿Admitís ahí a viejos?”, recuerda con sorna. “Me jubilé y vi un anuncio de la escuela de teatro y pensé que me podría venir bien para tener la cabeza ocupada y entrenarla. Llamé y me contestaron que sí me aceptaban. Me apunté y hasta hoy”, indica. Finalizada su trayectoria laboral, encaraba, así, su etapa vital sin guion. Sin despertador. Sin rutina. El folio en blanco. La cubrió con tablas. “El teatro me entretiene”, sonríe restándole relevancia a lo que hace. Javier tiene una voz poderosa que atrapa al auditorio; ciertamente parecía destinada al teatro o, incluso, a la radio. Pero su trabajo tuvo otros tintes: fue profesor titular de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Barcelona desde 1983 hasta que en 1988 se convirtió en el primer catedrático de la especialidad en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Ha escrito capítulos en 22 libros y publicado artículos en innumerables revistas de índole estatal e internacional. Su actividad clínica, tras su regreso a Euskadi y hasta su jubilación, se desarrolló en el entonces recién inaugurado servicio de ginecología del Hospital de Galdakao. Para enmarcar.

“Es muy trabajador. Muchas veces nos ha dado una paliza a todos al venir con el texto superaprendido la primera semana”, desvela el director, Carlos Baiges. “La imagen de Javier en un escenario llama mucho la atención. Impacta. Es un lujo. Es fácil trabajar con él”, valora el actor Unai Baiges. Son unos 80 años, los de Javier, sin duda, admirables. “Hace un tiempo, le preguntaron a un especialista en ciencias neurológicas sobre las actividades que tenía que hacer una persona después de los 65. Mencionó que era importante seguir aprendiendo, pero cosas distintas a las que se habían hecho, y también habló de caminar, de relacionarse y de ser optimista. Para mí, un sabio porque dijo lo que yo ya estaba haciendo”, comenta con gracia.

En la obra en la que trabaja ahora el elenco de Utopian –compuesto, además de por Javier, por los propios Unai Baiges e Ethan Cajigas, y por Arrate Núñez, Susana Moreno, María Fernández de Viana, Marisa Fernández, Felipe Hodgson Marote y Arantxa Iurre–, este hombre de gran humor encarna a “un notario peculiar”, un personaje al que dio vida el enorme Ramón Barea. La función Incendios, de Wajdi Mouawad, será representada el próximo 25 de febrero en la sala Utopian. “Es una obra que conmociona los sentidos y las emociones por todos lados. Arranca con la muerte de un personaje y el encargo en el testamento para sus hijos de que busquen a su padre y a su hermano. Esto inicia un viaje que les lleva a descubrir muchas cosas de su vida que les trastocan. Se trata de una tragedia contemporánea”, según apunta su director. María asume uno de los roles principales. “El reto más grande consistía en desarrollar las distintas etapas del personaje –que evoluciona de ser una niña a una mujer de 40 años–. Me ha resultado un proceso duro porque es una tragedia fuerte y sentí que mi cuerpo no quería enfrentarse a eso”, reconoce. Estas son las pinceladas que incitan a ver a Javier y sus compañeros en acción.