Es bien sabido que una muralla antaño rodeaba el casco histórico de Lekeitio. Existen diversas publicaciones que recogen tanto la extensión del antiguo muro de protección como las numerosas puertas de entrada de las que constaba, como es el caso del libro La muralla de la villa de Lequeitio, obra de Aitor González Gato, publicado en 2017. De hecho, hoy en día todavía son visibles algunos de sus tramos. Pues bien, el Ayuntamiento costero dará un paso más con la puesta en valor del conjunto defensivo con una investigación que correrá a cargo de la UPV, la Universidad del País Vasco, y que prevé dar a conocer sus resultados de cara al 700 aniversario de la villa, fechado para 2025.

“La muralla tiene un gran valor para Lekeitio y nos permite conocer de manera más profunda cómo esta infraestructura ha ido modificando el paisaje urbano de nuestro municipio. Ha sido parte fundamental del paisaje urbano en épocas pasadas”, afirmó el alcalde lekeitiarra, Koldo Goitia. El muro todavía es visible en algunos puntos de la localidad costera, como en las inmediaciones del convento de las Madres Dominicas. Y, precisamente, la puesta en valor de esos tramos que aún quedan en pie es uno de los principales objetivos, además de analizarlas desde el punto de vista arqueológico. Este proyecto ha surgido del interés mostrado por los miembros de la Comisión local de Patrimonio. “Hemos visto la idea con buenos ojos, especialmente porque la nuestra es una localidad con un ingente patrimonio –restos en el islote de Garraitz, palacio de Sosoaga, faro de Santa Catalina, el astillero de Mendieta...– que queremos mostrar, sobre todo de cara a incluirlo entre los actos del 700 aniversario de la fundación de Lekeitio”, ahondó Goitia.

Dos fases

En la primera fase de los trabajos, se ha procedido a recopilar toda la documentación histórica acerca de la muralla, mientras que durante los años 2023 y 2024 se sucederán otras dos fases complementarias, en las que se buscará entender el contexto que rodeó la creación del equipamiento defensivo. “Entonces, cuando se terminen las labores, daremos a conocer la memoria de la investigación y los resultados que ha arrojado”, adelantó el primer edil.

Según diversas investigaciones, la cerca que antaño protegía Lekeitio tendría alrededor de cuatro metros de altura, y estaría abierta en cinco portales –Elexatea, Atea o La Esperanza, Zumaseta, Apalloa y Nuestra Señora del Buen Viaje–. Posteriormente, aunque en plena Edad Media –año 1490–, se edificó un nuevo muro “con el fin de impedir el paso del fuego al área de Arranegi, tras el permiso concedido por Fernando el Católico. Esta pared cruzaba el espacio de ronda interior, en las calles Arranegi y Trinidade. Disponía de dos portales el de San Nicolás de Tolentino o Piparrenportalea, en Arranegi, y el de la Trinidad, en la calle del mismo nombre”.