Cada vez son más habituales los rodajes de películas o series de televisión, ya sean grandes producciones o trabajos más humildes, que tienen a los escenarios de Busturialdea como telón de fondo. Uno de los últimos ejemplos lo tenemos en la película Cinco Lobitos, rodada en Mundaka y Bermeo. Por ello, las localidades van poco a poco adaptándose a esta nueva realidad. Es el caso de Bermeo, cuyo Ayuntamiento ha redactado una ordenanza para regular las grabaciones audiovisuales que se lleven a cabo en suelo público de la villa. Entre otras cuestiones, la administración costera persigue una efectiva organización de la actividad de rodaje o grabación de cine, largometrajes, cortos, programas de televisión, documentales, anuncios publicitarios, vídeos, reportajes fotográficos o cualquier otro producto del sector audiovisual, “a fin de compatibilizarlas con el mismo dominio a proteger, el uso general del dominio público y la protección de la imagen del pueblo”.

No en vano, Bermeo ya se ha convertido en años anteriores en escenario de grandes producciones audiovisuales, como fue el caso de la cadena HBO en 2016, que eligió los impresionantes paisajes de San Juan de Gaztelugatxe para rodar en el peñón diversas secuencias para su serie Juego de Tronos.

De hecho, en la ordenanza se ha incluido específicamente la necesaria protección del biotopo, que al tratarse de un espacio natural de gran valor “y de una zona de gran atractivo turístico, exige esfuerzos y disposiciones diferenciadas para conciliar las obligaciones de protección del uso general, de la zona y de la imagen”, según señala la propia normativa municipal. Así, y dado que el islote y su acceso “es de dominio público terrestre marítimo-terrestre, no podrá realizarse en ella ninguna grabación sin la oportuna autorización de la Administración del Estado”, a la que se sumará la autorización del Ayuntamiento bermeotarra y también de la Diputación Foral de Bizkaia, como ente gestor del biotopo protegido. También se podrán denegar automáticamente las autorizaciones, en el caso de que durante las mismas se aprecien “riesgos de daños o afecciones inadecuadas” en la zona. Y en ningún caso se permitirán “grabaciones que exijan usos u ocupaciones prohibidos por el Decreto 229/1998, por el que se declara biotopo protegido de Gaztelugatxe”.

La necesidad de la ordenanza –única por ahora en sus características entre las localidades ubicadas en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, aunque se espera que haya más– se fundamenta “en la necesidad de garantizar la compatibilidad entre los distintos usos y el respeto al dominio e imagen del municipio de Bermeo y su realización con los intereses generales de la localidad, como instrumento idóneo para la conciliación de los usos, la eficacia y la protección del dominio e imagen del pueblo”. Sobre todo, “teniendo en cuenta el interés por realizar grabaciones audiovisuales de diversa índole que tienen en los últimos años el municipio de Bermeo y sus parajes”, tal y como argumentan. Y será de obligado cumplimiento si se pretendan realizar “en el dominio público y en bienes privados de uso público del municipio de Bermeo”. De estas quedan exentas dos categorías: los reportajes fotográficos con cámara manual o apoyada en el hombro o mediante trípode en la vía pública o espacios libres, “cuando no requieran instalación alguna y no sea necesario acotar espacios o restringir la circulación de peatones o vehículos”, y las grabaciones de imágenes para programas informativos de televisión, “con cámara al hombro o mediante trípode, cuando no se precise instalación alguna y no suponga limitación de espacios o limitación del tránsito de peatones o vehículos.

CONDICIONES

Como normativa ya aprobada –su primer paso se dio en septiembre del pasado año con su aprobación inicial, tras cuyo plazo de exposición pública no recibió alegación alguna–, el texto también contempla cómo deben efectuarse cuestiones como el uso de la iluminación, el cableado o la reposición de mobiliario urbano en caso de que hubiera algún desperfecto durante las grabaciones, entre otros capítulos. Además, especifica los pasos a dar para obtener el permiso, que es un título potestativo otorgado por el Ayuntamiento de la villa costera. Fija, asimismo, un capítulo de sanciones, “así como, en su caso, la obligación de indemnizar y resarcir los daños, sin perjuicio de la legalidad y de las medidas a adoptar para la protección del dominio público y del patrimonio local”. Las habrá graves y muy graves, que oscilan entre los 750 euros y los 1.500 euros.