La Cofradía de Mareantes y Navegantes de Portugalete es la institución más antigua de Portugalete a excepción del Ayuntamiento. Nacido en 1651, este colectivo ha ido creando sus hábitos a lo largo de su dilatadísima historia. Una de esas tradiciones es la de celebrar el 6 de diciembre su asamblea. Ayer, los miembros de la Cofradía de Mareantes y Navegantes de Portugalete no fallaron a su cita y no fue una asamblea más, fue la primera presencial después de tres años de parón debido a la pandemia. El salón de plenos del Consistorio jarrillero acogió esta cita tan esperada por los socios de este colectivo. “Es un día que llevábamos mucho tiempo esperando porque tuvimos que suspender dos asambleas por la pandemia y volver a encontrarnos los amigos y cofrades es una gran alegría”, explicó Eneko Arce, presidente de la Cofradía de Mareantes y Navegantes de Portugalete.

El orden del día de la sesión llegaba cargado de asuntos, ya que había que dar el visto bueno a todo lo acontecido en los últimos tres años. También había que recordar, cómo no, a aquellos cofrades que, por desgracia, han fallecido desde que se celebrase la última asamblea en 2019, a todos ellos, se les homenajeó en primera instancia con una canción al son de trompeta en el salón de plenos y una misa a las 13.00 horas. Pero, sin duda, el plato fuerte de la jornada fue la entrega de las distinciones al Cofrade de Honor y la Insignia de Plata. En esta ocasión, la distinción de Cofrade de Honor recayó en Ricardo Barkala, el actual presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao y jarrillero. “Como portugalujo y como marino me hace muchísima ilusión que os hayáis acordado de mí para esta distinción y más si cabe en este año de celebración del 700 aniversario de la villa”, indicó Barkala, quien resaltó que la Cofradía de Mareantes y Navegantes es “una joya a cuidar en Portugalete”. Desde su experiencia como capitán de marina mercante y como actual presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Barkala estimó que este colectivo es “importantísimo para Portugalete y en el futuro va a ser un protagonista activo en la villa porque van a ocurrir muchas cosas en la ría. Desde la Autoridad Portuaria colaboramos mucho con la Cofradía y esperamos desarrollar ese espíritu colaborativo aún más en el futuro”, expuso Barkala.

La Cofradía de Navegantes y Mareantes es una entidad histórica de Portugalete y hay miembros de la misma que son socios desde la más tierna infancia. Ejemplo de ello es Ander Arrillaga, quien ayer fue distinguido con la Insignia de Plata de la entidad. La concesión de esta insignia supone un hito para la propia cofradía, puesto que en las últimas ocasiones no había recibido esta distinción alguien tan joven como Ander. “Este reconocimiento es algo que, sinceramente, no me esperaba. Me ha hecho mucha ilusión porque mi aita, mis hermanos y yo, todos somos cofrades y hemos vivido mucho en la ría. Formar parte de una entidad que en 30 años cumplirá 400 años es algo muy emocionante”, señaló Ander. Él, socio desde el año 1987 cuando tenía 10 años, encarna el porvenir de este colectivo que busca seguir sirviendo a Portugalete y adecuar la villa desde su ámbito más marinero a los retos que depara el futuro. “En los últimos años hemos ganado en visibilidad y presencia en la villa y creo que la Cofradía tiene cada vez un papel más importante en Portugalete. Tenemos un buen futuro”, zanjó Ander Arrillaga.