El edificio construido de forma irregular en la década de los 70 en la calle Uribarri de Durango ya es historia. Tras diez semanas de obras, la demolición está llegando a su fin. Fue el pasado 14 de septiembre cuando arrancaban los trabajos que en unos días estarán concluidos, después de haber derribado una a una las cinco plantas del inmueble que en su día albergó un gaztetxe en la localidad. Unos trabajos que, debido a su ubicación, por encontrarse encima del río, así como por el edificio anexo, han resultado complicados. Ahora, una vez derribado el edificio, tras retirar los escombros que se han amontonado, los trabajos se centrarán en acondicionar los alrededores, mientras que la plataforma donde se ubicaba el edificio permanecerá cerrada de momento.

Atrás quedan años de litigios por haberse construido de forma irregular, por encontrarse situado encima del cauce del río Mañaria a su paso por la villa durangarra. Fue el pasado mes de febrero cuando el Ayuntamiento de Durango llegaba a un acuerdo con los propietarios de este edificio para que estos asumieran los costos que ha supuesto el derribo del inmueble. Así, ellos han costeado los gastos que han generado las obras de estas semanas. Ahora, tras el derribo, quedará por ejecutar la segunda fase del proyecto en base a lo presentado por URA, que es necesario para aumentar la capacidad del río Mañaria y, por tanto, reducir significativamente la probabilidad de que sucedan episodios de inundaciones en el casco urbano. Se trata de sustituir el puente para reducir muy significativamente la probabilidad de que el río Mañaria entre en carga en episodios de aguas altas. El puente actual presenta una sección donde las aguas altas podrían chocar con el puente con relativa facilidad.