Hay quien, por superstición, tiene reparos a la hora de hablar del número trece, pero para el certamen Beldur Barik su decimotercera edición no puede traer, ni mucho menos, un mal recuerdo. Ayer Sestao se convirtió en el epicentro del espíritu Beldur Barik gracias a la celebración del encuentro anual y la entrega de premios de este certamen que busca que los más jóvenes se conciencien contra la violencia machista y en favor de la igualdad real entre hombres y mujeres. “Poder volver a celebrar Beldur Barik Topaketa de forma presencial es una gozada después de los dos últimos años en los que lo hicimos de manera virtual. Esta es la jornada de reunión y de encuentro entre los y las jóvenes que toman parte en esta iniciativa”, indicó Leire Albaigar, responsable de comunicación de Beldur Barik.

En total, se desplazaron hasta Sestao en la tarde de ayer más de 150 jóvenes para seguir trabajando en la concienciación en favor de la igualdad entre hombres y mujeres. El punto de encuentro en cuanto todos ellos pisaron suelo sestaoarra fue la plaza del Kasko, lugar en el que hacia las 17.30 horas se dieron cita para decidir, cada uno, en qué talleres tomaba parte. La variedad de actividades a realizar fue muy variada, ya que hubo desde agroecofeminismo y cocina y hasta una formación en parkour y gaming para chicas pasando por un taller de nuevas masculinidades para chicos. “Podemos decir que este Beldur Barik Topaketa ha sido todo un éxito de participación teniendo en cuenta que estamos en un viernes previo a puente. Hay que decir que los chicos jóvenes cada vez se implican más en este tipo de iniciativas aunque, sin lugar a dudas, aún queda un largo camino por recorrer en este sentido”, indicó Albaigar.

Así, en función de los talleres que eligieron los jóvenes, unos se dirigieron hacia la Escuela de Música de Sestao, mientras que otros como, por ejemplo, las chicas que hicieron parkour se quedaron haciendo su actividad al aire libre. De esta manera, impregnaron las calles y rincones de Sestao de ese espíritu Beldur Barik que es tan necesario en una sociedad en la que, por desgracia, la violencia machista sigue estando muy presente. Cada joven hizo la actividad que más le gustó, pero también hubo actividades conjuntas como una concentración ruidosa y una kalejira que sirvieron para que la lucha contra la violencia machista adquiriese un sonido característico en Sestao.

Pero, sin lugar a dudas, la gran actividad que realizaron en común los más de 150 jóvenes llegados desde diversos puntos de Euskadi hasta Sestao fue la entrega de premios de la presente edición del certamen Beldur Barik. En esta ocasión, se han presentado a concurso más de 300 trabajos audiovisuales, una cifra más que considerable teniendo en cuenta que se ha reducido la edad máxima para participar hasta los 20 años. Así las cosas, se repartieron premios y menciones especiales en las tres categorías de las que ha constado la presente edición del concurso. En este aspecto, en la categoría de 12 a 14 años –la más competida puesto que la mitad de los trabajos presentados corresponden a este tramo de edad– el primer premio fue para Aske Bizi, un trabajo realizado por un grupo de jóvenes ondarrutarras, mientras que la mención especial fue para Queremos que se nos Escuche, trabajo realizado por un grupo de jóvenes gasteiztarras. Por su parte, en la categoría de 15 a 17 años el primer premio fue para Gure Gorputzak Gureak Dira de en grupo de Erandio, mientras que la mención especial fue para Bizitzarengatik Borroka, creación de unos jóvenes de Bergara. Asimismo, en la categoría de 18 a 20 años el primer premio fue para la obra Samara-Renacer, hecha por un grupo de jóvenes bilbainos, mientras que el premio a Mejor Obra Audiovisual fue para Puntu Ka, trabajo de unos jóvenes donostiarras. Por último, el Premio Popular fue para Rolak Irauli, trabajo de unos jóvenes de Legazpi.