Si algo puede definir a Juan Mari Aburto es el profundo orgullo que siente por su ciudad, Bilbao, y su vocación de servicio público. “Mi compromiso es dar el 100% los 365 días del año, sin descanso, siempre con el orgullo de ser el alcalde de Bilbao y sus barrios”, ha avanzado este martes al conocer que las organizaciones municipales del PNV de la capital vizcaina habían vuelto a confiar en él. 

Pese a los ocho años que lleva al frente de la Alcaldía de Bilbao, Aburto no ha perdido ni un ápice de la ilusión y fuerza para darlo todo al servicio de los bilbainos. Se define como trabajador, comprometido, amigo de sus amigos, muy familiar, hombre de paz, muy implicado en la lucha contra las desigualdades sociales y la injusticia, autocrítico, fiel y leal a sus creencias y sus ideales... Y, por supuesto, de la Amatxu de Begoña y del Athletic.

La suya ha sido una vida dedicada al servicio público: primero en el Gobierno vasco, como director de Servicios del Departamento de Interior; desde ahí pasó a la Diputación, donde asumió la dirección de Régimen Jurídico y Función Pública, y fue diputado foral de Acción Social y de Presidencia y Teniente de Diputado General, antes de volver al Gobierno vasco como consejero de Empleo y Políticas Sociales. Y, desde el 13 de junio de 2015, es alcalde de Bilbao, de su Bilbao. “La política me ha dado la oportunidad de poner en práctica muchos de los valores que tengo y que practico, y vivencias en las que creo”, defiende con firmeza.

Haciendo un primer balance de su gestión como alcalde desde el 13 de junio de 2015, Juan Mari Aburto se siente satisfecho con la labor realizada en la gestión municipal y del trabajo que ha hecho posible un mandato marcado por los acuerdos con todos y de todo tipo, la estabilidad, la lealtad y la incansable gestión al servicio de la ciudadanía de Bilbao.

Y lanza un recuerdo especial a todo el equipo del grupo municipal de EAJ-PNV, con especial cariño a Nekane Alonso, Koldo Narbaiza y Oihane Agirregoitia, tres “grandes y leales colaboradores y profesionales” que no continuarán como concejales en el próximo mandato.

Aquel niño que 'espiaba' en San Mamés

Nació en 1961 en La Gota de Leche, la antigua clínica que existía donde hoy se levanta el Hotel Indautxu, creció en Zurbaran pero a los 8 años su familia se trasladó a Luis Briñas. "Jugábamos mucho al fútbol por allí, estaba sin urbanizar. San Mamés tenía puertas de madera y la madera tenía agujeritos; mis amigos y yo intentábamos ver por allí los partidos... Admiraba a Iribar y a Txetxu Rojo", rememora de aquella infancia, hasta que a los 18 años se mudaron de nuevo a Getxo. El amor, su gran amor, Arantza Díez, deustoarra ella, le llevaría de vuelta a Bilbao en 1987, donde sigue viviendo actualmente.

Su vinculación con el PNV se remonta a la adolescencia. La lluvia que cayó en el Alderdi Eguna de 1982 fue la carta de presentación de Arantza a sus padres. "Cayó tal tromba de agua que a Arantza y a mí no nos quedó más remedio que ir a casa de mis aitas a secarnos. Aquel día conocieron a la que sería su nuera", rememora. También recuerda quién habló aquel día desde el atril: un joven Iñigo Urkullu, entonces militante en EGI, del que sigue diciendo con orgullo que le une una gran amistad. "He trabajado con él y para él, y es, sin duda, uno de mis referentes en la política vasca", admite.

En toda su carrera política, Aburto ha destacado por su compromiso social, su cercanía con las personas y su capacidad para organizar y liderar equipos. Es socio del Athletic desde abril de 1972 - "me hizo socio mi aita", apunta con orgullo"- y acude puntualmente a sus citas en San Mamés, alternando el palco para obedecer a sus compromisos institucionales y su localidad, con sus dos hijos.

"Juan Mari es la Persona Humana", dicen de él quienes le conocieron en su paso por la Diputación. En una ocasión, alguien le preguntó si no le era difícil continuar en política con los valores que tiene. "Es todo lo contrario. La política me ha dado la oportunidad de poner en práctica muchos de los valores que tengo y que practico y vivencias en las que creo", defiende.