Una batukada invitó el viernes a los zallarras a acompañar con las palmas los minutos previos al inicio de San Miguel en Zalla. Entonces aparecieron en el escenario miembros de Antifaz para dirigir el akelarre festivo en el que una figura muy especial volvió a cobrar protagonismo. Lucía de Aretxaga aparece subida a su escoba en el pañuelo de fiestas, pero el grupo de teatro le imprimió un sello distinto: una mujer mayor que, cuenta la leyenda, cuidaba la primitiva ermita de San Pantaleón y pudo recibir el sambenito de bruja por los prejuicios de la época. La encarnó Jacin González, integrante de Antifaz, quien lanzó un contundente mensaje desde la plaza Euskadi: también estos días “solo sí es sí”.

“Después de más de dos años sin salir de mi cueva yo, Lucía de Aretxaga, he vuelto a esta plaza para deciros que, hoy de aquí, no hay quien me mueva. Y que, los que nos han dejado por la maldita pandemia que nos ha tocado vivir, allá donde estén, estarán deseando que, amigos y amigas de Zalla, no dejéis de disfrutar de estas maravillosas fiestas que hoy comienzan, pues se ha perdido un tiempo precioso que tenéis que recuperar; pero, eso sí, con un comportamiento ejemplar, pues es la única manera de que lo paséis genial. Denok gozatzera! Vosotros y vosotras vais a conseguir que sean unas fiestas difíciles de olvidar, os lo digo yo, la bruja Lucía, que os estoy mirando a los ojos y los estoy viendo brillar”, avisó.

El escenario de la plaza Euskadi se llenó de música. E. CASTRESANA

Pero “como alguien se porte mal y no haga caso al solo sí es sí se va a enterar de lo que soy capaz, pues me apareceré durante sus noches y se lo haré pagar; queridos zallarras, estoy segura de que eso no va a pasar, tenéis tantas ganas de divertiros que vais a dejar de lado todo lo que esté mal y deseo de corazón que cuando finalicen se comente en todo Enkarterri que han sido unas fiestas dignas de imitar”. Sin embargo, “eso dependerá de vosotros y vosotras que, desde este momento, ya podéis empezar a bailar”. “Yo, sin tardar, volveré a mi cueva, os prometo que nos veremos el próximo año en este mismo lugar”, concluyó antes de que estallara el júbilo en Zalla.