Es un recorrido de apenas ocho kilómetros de distancia e incluso tiene a medio camino un alto con pendiente, el de Artebakarra. A pesar de ello, este tramo en doble carril de la BI-631, ubicado entre Derio y Mungia es el que registra el tráfico a mayor velocidad de la red viaria de autovías y carreteras que gestiona la Diputación Foral de Bizkaia, en concreto una media 110,2 kilómetros por hora.

Una velocidad que entra en los límites permitidos en seis kilómetros, el máximo que marcan las señales de tráfico es 120 km/h, aunque en los restantes dos kilómetros superan ampliamente los 80km/h permitidos. 

Estos datos forman parte del estudio de aforos de la red viaria de Bizkaia del año 2021 realizado el departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación Foral que desgrana la velocidad a la que los vehículos circulan en las autovías y carreteras con mayor tráfico del territorio.

El análisis se ha efectuado en los dos sentidos de la circulación y este tramo se encuentra muy por encima de la media de los de su categoría, las vías de alta capacidad. El informe desvela que en las autovías adscritas a la Red Preferente, la media de la velocidad se queda en 85,9 km/h, mientras que las etiquetadas como Red Básica, la media todavía es menor, 75 km/h. El vial entre Derio y Mungia pertenece a ambas redes, los mencionados dos primeros kilómetros a la preferente y los seis restantes a la básica.

Es decir, el tráfico que cada día laborable circula por este itinerario apura mucho la velocidad quizás porque las tendidas pendientes que requieren subir el alto de Artebakarra por ambas vertientes exigen pisar más el acelerador, quizás porque este tramo es muy recto y tan solo cuenta con un enlace, el que conecta con el barrio de Laukariz en la zona más alta de Artebakarra, con lo que hay menos razones para la atención del conductor.

El mayor desfase de velocidad se ha registrado en la estación de aforos 98C, en medio de los dos kilómetros referidos. Es el tramo anterior a subir a Artebakarra, dirección Mungia, el que va desde el enlace de Derio hasta la conexión que permite derivar el tráfico con la carretera que va a la terminal aérea de Loiu.

Este recorrido es utilizado cada jornada laborable por cerca de 50.000 vehículos (el aeropuerto absorbe 11.500 vehículos diarios) y se da la grave circunstancia de que en sus algo más de 1.800 metros de recorrido, la velocidad máxima admitida es de 80 kilómetros por hora. Es más, incluso hay un radar y señalizaciones verticales que indican los límites con claridad y la presencia del velocímetro. 

Aún así, el pasado año los dispositivos forales embebidos en el asfalto midieron una media de 100,9 km/h de velocidad, alcanzando los 102,1 km/h el tráfico en dirección Mungia y quedándose en los todavía peligrosos 99,8 km/h la circulación en sentido contrario.

OTROS DATOS

Kukularra

El tramo más tranquilo. La velocidad media más baja se registra en el tramo que va desde la zona de Kukularra hasta Asua, donde la circulación no llega ni a 50 kilómetros por hora al ser una zona de curvas y desgajarse la BI-604 de dos a un carril.

-80 km/h

En la Solución Sur. Donde sí son efectivos los radares es en la autovía que bordea el sur de Bilbao y llega a Cruces. En las dos estaciones medidoras forales, una se queda justo en una velocidad media de 80 km/h y en la otra se queda en 78,7 km/h.

A más de 120 

Un 3% del tráfico. Algo más del 3% de los vehículos que circulan por la vías de alta capacidad en todas sus redes superan de media los 120 kilómetros por hora, la velocidad máxima a la que se puede conducir en Bizkaia, con lo que podrían ser sancionados si fueran detectados por un radar.

A menos de 60

Los prudentes, casi un 25%. El análisis registra también los conductores más tranquilos al volante que en la red de alta capacidad del territorio casi alcanzan uno de cada cuatro. Son la suma de los vehículos que fueron detectados circulando a menos de 60 kilómetros por hora.

Casi todos infractores

Lo más grave viene cuando se analiza por tramos de velocidad el tránsito. Aquí son amplia mayoría los infractores. Un 44,83% de los 49.413 vehículos que de media diaria usaron este tramo superaron la velocidad permitida aunque no llegaron los 100 km/h. Entre los 101 y 120 km/h circularon otro nada desdeñable 38,39%, y un 9,32% lo hicieron entre 121 y 140 km/h. Los que volaron bajo por encima de este último límite se quedaron en un 0,85%, o lo que es lo mismo, 420 vehículos cada jornada. Es decir, más del 92% del tráfico controlado por las espiras forales, que no sancionan y están ubicadas en otro kilómetro que no es donde se encuentra el radar, superaron la velocidad legal.

Otra prueba de que a los usuarios de este itinerario les gusta correr mucho, lo corrobora el hecho de que también en el tramo posterior, los apenas dos kilómetros que conforman la variante viaria por el norte de Mungia, la velocidad media también supera los 104 kilómetros por hora, una marca nada desdeñable si tenemos en cuenta la media de todas las autovías analizadas por los técnicos forales.

Por lo que se refiere al tramo de seis kilómetros que incluye Artebakarra aquí el nivel de imprudentes es menor por que el límite permitido también es más elevado, los 120km/h referidos. Así, los dispositivos forales detectaron que el 23,05% de los vehículos que circularon a diario por el tramo que gestiona la estación de aforos 101G lo hicieron en la horquilla que va de 121 a 140 km/h, e incluso hubo entre 1.474 conductores (el 4,33% del total) que superaron los excesivos 140 km/h. Ahí es nada.

Finalmente, cotejando los datos recogidos en el año anterior, 2020, parece que no hay concienciación entre estos conductores ya que durante 2021 metieron más gas al motor. Hace dos años, el tramo de Artebakarra registró una velocidad media de 109,2 km/h., mientras que el recorrido entre los enlaces de Derio y el aeropuerto se quedó en 99,5. Solo en la variante norte de Mungia se apuntó una velocidad mayor en 2020, en concreto, 105,3 km/h. 

Estudiado el 84% de la movilidad

En este estudio no se analizan la velocidad del tráfico en las autopistas de pago, ni en la red comarcal y local por carecer de estaciones de aforos que dispongan de detectores magnéticos. En concreto se han estudiado 62 puntos de control que sí cuentan con la tecnología adecuada, en un total de 20 carreteras, nueve de la Red Preferente y las restantes once de la Red Básica. Pueden parecer pocas en número absoluto, pero el análisis tiene su peso ya que el entramado estudiado suma 452 kilómetros, que, efectivamente, representan algo más de un tercio de todos viales que se extienden por el territorio pero que, y aquí está su valor, acogen más de 84% de la movilidad total de todo el territorio.