La movilidad de Bizkaia sufrió, y mucho, durante la pandemia del coronavirus. Según el estudio de aforos de la Diputación de 2021, durante el pasado ejercicio el bicho provocó que más de 67.000 vehículos quedaran confinados y no circularan por la red viaria. O lo que es lo mismo, multiplicar por cuatro los 16.000 coches que cada día estacionan en el espacio OTA que se reparte por el centro y los barrios de Bilbao, y sumarle 3.000 vehículos más.

Un decremento que significa que, si en 2019, ejercicio de normalidad en el tráfico rodado, recorrieron casi 862.000 vehículos cada jornada las carreteras de Bizkaia; el pasado año, incluso con los efectos de la pandemia en declive, la circulación se quedara en apenas 795.000 tránsitos diarios. 

Esta cifra supone un aumento de un 15% con respecto a los registros de 2020, ejercicio en el que, a pesar de declararse la pandemia en marzo, la movilidad viaria se desplomó hasta los 691.000 vehículos al día. Aún así, el incremento no llega todavía a recuperar los niveles de tráfico pre pandemia, al quedarse en un 7,8% negativo. 

EL APUNTE

517 estaciones de aforo. El pasado año la Diputación Foral de Bizkaia recogió datos de 18 estaciones permanentes, 42 primarias, 139 secundarias, 265 de cobertura, 29 en régimen de concesión y 24 telemáticas, en total 517 puntos de conteo.

Más telemáticas. La intención foral es que a lo largo de los próximos años modernizar la red de sensores e ir incorporando más de carácter telemático y sustituyendo los más vetustos que solo cuentan con tratamiento de control primario.

En las estadísticas forales sí se nota que el tráfico pesado de camiones fue superior al de coches y motos ya que el descenso comparando los años 2021 y 2019 se reduce casi a la mitad hasta quedarse en un 4,3% también negativo.

El análisis pormenorizado por meses permite ver claramente como la pandemia marcó la movilidad en las diversas olas que tuvimos que padecer también en 2021. El informe foral define cuatro periodos diferenciados con respecto a 2020, el año más duro.

El primero corresponde a los dos meses iniciales del ejercicio en el que el tráfico descendió sensiblemente, en concreto un 15% en enero y 26,9% en febrero, debido a que en 2020 estos tránsitos no fueron afectados por la pandemia decretada a partir de la segunda quincena de marzo. 

Desde este tercer mes del año y hasta mayo se concreta otro ciclo. En el mismo, el crecimiento de la movilidad fue brutal. De un 41,2% en marzo, un 163,5% en abril y casi un 57% en mayo debido a que fueron los meses más restrictivos a efecto de tráfico durante el 2020.

Iniciado el verano en junio, la movilidad creció solo un 16,2% durante el pasado ejercicio ya que en el mismo mes del año precedente se empezaron a relajar las restricciones. Durante los meses posteriores las subidas fueron mucho más moderadas quedándose en un 10,6% en julio, un 3,3% en agosto, un 1,1% en septiembre y un 2,7% en octubre.

En cuanto a los dos últimos meses del ejercicio apenas varió la circulación rodada con respecto a 2020 ya que en noviembre descendió un exiguo 0,4%, idéntica cifra que se incrementó en el mes de noviembre.