Han estado prácticamente dos años sin poder celebrar los actos de los que disfrutaban en torno a la ermita de San Martín de Finaga, en Basauri. Pero a medida que la situación de la pandemia ha ido mejorando, los y las cofrades de la Cofradía de San Martín de Finaga se han puesto manos a la obra y no quieren dejar que las tradicionales celebraciones que recuperaron hace años caigan en el olvido.

En este caso, volverán a llevar a cabo la rogativa, tal y como se hacía antiguamente para "bendecir los campos", explican desde la Cofradía. Ya hace unos meses pudieron celebrar, aunque por decirlo de alguna manera a medio gas, la festividad en honor a San Martín, pero en esta ocasión, el domingo 29 de mayo, esperan que, ya sin mascarillas y con un ambiente más festivo, la jornada sea inolvidable después de dos años que han sido duros.

En el entorno de la ermita, un paraje pintoresco y verde, se podrá disfrutar por la mañana de varios puestos de comida, entre los que habrá pan y pastel vasco, quesos, sidra y txakoli. Un comienzo de lo más festivo, con comida y bebida típicas de cualquier fiesta euskaldun que se precie, y que cofrades y quienes se acerquen hasta la ermita de Finaga podrán disfrutar para ir cogiendo fuerzas. A las 12.00 tendrá lugar el acto más solemne del día, con la misa en la pequeña y bonita ermita, y posterior bendición de las huertas. Las rogativas, tal y como recuerdan, "solían hacerse en las zonas de campo para bendecirlo, para que hubiera cosecha". Es una de las tradiciones que recuperaron desde la Cofradía.

La jornada seguirá con la actuación del grupo de danzas Basauritar, a las 13.00 horas. Mientras tanto, quienes así lo hayan decidido, podrán ir cocinando lo que posteriormente degustarán en la comida popular. Y es que las 15.00 se ha organizado una comida popular en la campa de la ermita. "Hemos decidido que cada uno lleve lo que quiera para comer o también hay posibilidad de que lo preparen allí", indican.

Cómo no, toda buena comida no puede olvidarse de la sobremesa, un momento para disfrutar. Desde la Cofradía han organizado una sobremesa con trikitixa y reparto de postres, para alargar un poco la tarde y poner el broche de oro a esta curiosa celebración que tiene lugar en Basauri.

Retomar los actos

Desde la Cofradía esperan que la gente se anime más que en noviembre, cuando celebran la festividad en honor a San Martín. "Como suele hacer mejor tiempo la gente se anima más, y además la situación de la pandemia está más controlada y creemos que será un día bonito". Hace unos meses recuperaron sensaciones con la celebración de la procesión, la misa y el reparto de castañas. Fue un día lluvioso pero que sirvió para retomar las tradiciones que han recuperado.

En este sentido, recuerdan que "ha sido un proceso largo desde que pusiéramos en marcha la Cofradía hasta llegar a celebrar los actos típicos". Así, lo primero que se hizo fue "recuperar la ermita gracias al compromiso del Ayuntamiento". Posteriormente, con el trabajo de recuperación llevado a cabo y la compra de los terrenos, "se inaugura en 1995". Además se encontraron dentro "restos de gran importancia, lo cual da aún más valor a la ermita y a esta zona del municipio", indican.

Con la ermita ya restaurada y la zona luciendo como hacía tiempo, "queríamos dar más pasos, recuperar ciertas fiestas que se hacían en los entornos rurales, también en Basauri, y de este modo poner en valor celebraciones tradicionales". Para ello, como no, y una vez restaurado lo más importante, "la ermita", dan otro paso más y "creamos la Cofradía ya de manera seria, para poder conseguir los objetivos que nos habíamos marcado y además crear un grupo, que la gente se sintiese parte de esa recuperación y de esas tradiciones con un ambiente festivo".

También es curiosa la recuperación de algo importante cuando se trata de hacer una procesión en honor a un santo, y precisamente era la talla de San Martín. "No recordamos bien cómo, pero sabíamos que un vecino de la zona de Finaga, José Izagirre, guardaba la imagen del santo en su casa desde hacía muchos años", y decidimos ponernos en contacto con él", recuerdan con cariño desde la junta de la Cofradía.

Y lograron una talla, que ahora sacan en procesión en el mes de noviembre, en una de las fiestas que organizan. Ahora, con las rogativas del próximo 29 de mayo, esperan que el parón que han tenido que padecer, se quede en eso, en un pequeño descanso que no frene las ganas de seguir aportando su granito de arena a la cultura del pueblo, y "para seguir guardando esas tradiciones de las zonas rurales que también existieron en Basauri, aunque a la gente se le olviden".

Para ello, esperan que gracias a las socias y socios, que suman algo menos de 200 personas, sigan apoyando esta aventura que cumple entre otras fechas, 27 ediciones de rogativas este mes. "Nuestra idea es seguir adelante y aguantar hasta que podamos, pero creemos que debe haber gente que tome también el relevo, que cojan el mando y que haya un relevo generacional", porque por desgracia, "si no esto, como tantas otras cosas, acabará desapareciendo".