No es flor de un día. Se trata de una iniciativa de largo recorrido; de esas que han sido maduradas con las experiencias de los distintos agentes sociales y empresariales empeñados en no perder la estela de un crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible. Y hacerlo, además, evitando el riesgo de exclusión permanente que amaga con interceptar el proyecto de vida de miles de personas con discapacidad en edad laboral que viven en Bizkaia.

Lo primero es cambiar la mirada y desterrar opiniones trasnochadas como “pensar que darles trabajo es una política de caridad subvencionada”. Para nada. En 2020, en plena pandemia, se formalizaron 5.420 contratos, pero es que un año antes fueron 8.804; datos que confirman que este “colectivo de colectivos de realidades diversas y problemáticas diferenciadas y especificas”, merecen las mismas oportunidades para poder acceder al mercado de trabajo ordinario y desarrollar su itinerario personal.

Para ello, no obstante, es necesario normalizar su integración laboral en el ecosistema empresarial vizcaino. Lo ha planteado Nora Sarasola, directora de Obra Social de BBK, en la presentación de un programa propio (Enplegu Inklusiboa) para asesorar, acompañar, dar reconocimiento social y becar con hasta 6.000 euros -además de las bonificaciones fiscales existentes- y a las firmas que, por primera vez, quieran interiorizar este modelo en su esquema organizativo.

La iniciativa está dirigida a la contratación de personas con discapacidad intelectual, enfermedad mental, discapacidad sensorial y trastorno del espectro autista. Y BBK ha asumido el papel de agente conector entre distintos sectores empresariales en los que, de hecho, ya se desenvuelven a diario miles de personas con discapacidad. “Es mucho lo que nos queda por hacer. Necesitamos que más empresas abran sus puertas a esta iniciativa y como sociedad, normalizar este modelo”, ha apostillado Ixone Zubieta, responsable del Área de Personas de la entidad.

La meta está marcada en conseguir este año un centenar de empleos normales, desligados del circuito cerrado de los Centros Especiales de Empleo, y que al menos el 40% de los mismos sean ocupados por mujeres. Y no solo eso. BBK también quiere arrastrar a una veintena de nuevas empresas a esta iniciativa. “Empleo con apoyo funciona”, han resumido Sarasola y Zubieta en la presentación de la campaña #lonormal.

Lo primero es derribar ese catálogo de falsas creencias sociales y empresariales que todavía hoy frenan el acceso al mercado laboral ordinario y la contratación de las personas con discapacidad.

No es el caso de Silvia Sánchez, portugaluja que este mismo martes recibía la noticia de que su contrato en laboratorio pasaba a ser indefinido en BioLan, firma de biotecnología, donde ya trabaja Soiartze. “Estoy muy contenta. Cada día voy a mejor y estoy contenta con los compañeros, que me ayudan”, telegrafiaba. A su lado, Arkaitz Zalduegi ha calificado de “gratificante” la experiencia de trabajar que le ha facilitado el Grupo Oscisa que, ya ha contratado a Irina. “¡Que se animen, que damos el cien por cien!”, han enfatizado ambos para invitar a otras empresas a sumarse Enplegu Inklusiboa.