Los trabajadores de las residencias de Bizkaia están llamados a secundar una nueva convocatoria de huelga para mañana martes, 8 de febrero. En esta ocasión la convocatoria está avalada por los cuatro sindicatos, ELA, LAB, UGT y CCOO. El objetivo de la jornada de huelga en la que están llamados a secundarla unos 5.000 trabajadores y trabajadoras de las residencias de Bizkaia es "desbloquear" la mesa de negociación del Convenio de Residencias, tras un año de negociaciones. Consideran que "ya es hora de reconocer el compromiso y la profesionalidad de las trabajadoras y los trabajadores de las residencias con hechos concretos que mejoren de manera urgente y efectiva sus condiciones de trabajo".

En este sentido, los cuatro sindicatos exigen medidas que mejoren la atención directa, que se pongan en funcionamiento medidas para mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar, que se cubran las ausencias desde el primer día, que se complementen las bajas por enfermedad común hasta el 100% y que se equipare el salario respecto de las trabajadoras del Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS). Además, los convocantes de la huelga, los servicios mínimos exigidos por el Gobierno vasco al considerarlos "abusivos" porque, según apuntan, "cercenan de raíz nuestro derecho fundamental a la huelga".

EQUIPARACIÓN DE SALARIOS

El sindicato ELA, que ya celebró en solitario una jornada de paros en diciembre, emplazó al personal a sumarse a las protestas para exigir que se acuerden "aspectos tan vitales" para el cuidado de los mayores "como la sustitución de las profesionales desde el primer día" y también la "equiparación de las condiciones salariales y laborales" a los trabajadores del Instituto Foral de Asistencia Social.

En la convocatoria de huelga del pasado mes de diciembre ELA denunció que el modelo de cuidados y atención actual es "precario" y reclamaron un cambio del sistema, así como la contratación de 10.000 profesionales más en el sector. En este sentido, destacaron que en el modelo "sobran fondos de inversión y empresas privadas que conviertan los cuidados en negocio" y criticaron "la hipocresía política" de los que llaman "esenciales" a los trabajadores y les tratan "como a prescindibles".