Las persistentes lluvias caídas durante este pasado mes de diciembre y a lo largo de estos primeros compases de 2022 han ocasionado que los embalses que abastecen a Bizkaia estén al 84% de llenado. Un escenario bien distinto al que presentaban hace exactamente un año cuando estaban al 71,6%.

En concreto, según los datos aportados por el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, los pantanos de los que 'bebe' el Territorio Histórico almacenan 182 hectómetros cúbicos, frente a los 156 de hace doce meses. Es la consecuencia más directa de los distintos episodios de lluvias que, desde finales del pasado mes de noviembre y buena parte de diciembre pusieron a remojo a la población vizcaina.

No en balde, fueron más de 20 días seguidos de chubascos y chaparrones. Euskalmet calificó de "extraordinario" ese encadenamiento de precipitaciones que llegaron a provocar inundaciones en distintos puntos de la geografía. El acumulado de diciembre en el aeropuerto de Bilbao, por ejemplo, fue de 240 litros por metro cuadrado, lo que supone 100 por encima de la media.

Así las cosas, aquellas precipitaciones y las de estos pasados días, se traducen en que el agua recogida se sitúe 19,25 hectómetros cúbicos por encima de la curva de garantía, ese umbral que marca "el nivel deseable de reservas de agua en cada momento del año para que las probabilidades de evolución a escenarios de sequía sean mínimas", ilustraban desde el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia.

El sistema del Zadorra cuenta con 157 hectómetros cúbicos (81,5% del total) y Artiba, Oiloa, Nocedal, Zollo y Undurraga tienen 3,3 hectómetros cúbicos (86%). Además, el pantano de Ordunte recoge 22 hectómetros cúbicos, lo que significa que está a tope. A 11 de enero, el conjunto de estos pantanos acumulaba 182,7% hectómetros cúbicos de agua, lo que suponía un porcentaje de llenado del 84%. Esto supone que hay 26 hectómetros cúbicos más de reservas que hace un año; o lo que es lo mismo: el 11,92% más de llenado.