A pesar de que la lotería dejó en el municipio un segundo premio de El Niño valorado en 75.000 euros, por segundo año consecutivo, el municipio de Durango vivió ayer una jornada de Reyes bastante más triste de lo habitual, ya que el tradicional sorteo solidario de la Junta de Ayuda a Enfermos de Durango y Iurreta (JAED) tuvo que celebrarse a puerta cerrada debido a la actual situación por la pandemia. En la sede de Kalebarria y sin integrantes de Kriskitin como si de los niños de San Idelfonso se tratase, los encargados de sacar las bolas y repartir la suerte fueron nuevamente directivos de la JAED, quienes se mostraron satisfechos con los 58.999 boletos vendidos. “Hace unos días hicimos un llamamiento porque las ventas no iban todo lo bien que esperábamos. El martes se habían vendido 10.000 boletos menos que el año pasado por esas fechas, pero afortunadamente los últimos días ha habido un buen arreón, la gente se ha animado y hemos podido cerrar con una muy buena cifra de ventas. Estamos muy contentos y agradecidos con la respuesta; la gente se ha volcado muchísimo esta última semana llegando a los 58.999 boletos vendidos”, explicaron satisfechos desde la JAED antes de dar inicio al sorteo.

Como viene siendo habitual, la rifa solidaria repartió nuevamente medio centenar de regalos. Al igual que todos los años, el galardón más esperado volvió a ser el coche, un Renault Clio Life, cuya bola salió a las 18.25 horas y correspondió al número 22.869. El gordo no fue el único de los premios más deseados, destacaron también un viaje a las Islas Canarias, otro viaje a Portugal, ordenadores, televisores, bicicletas, tablets y electrodomésticos, entre otros regalos. Como marca la tradición, durante los próximos días, se mantendrá en el pórtico de Santa María el tablón con todos los números premiados para que la ciudadanía pueda comprobar los boletos afortunados. Para más información se puede llamar al número de teléfono: 94 620 14 68.

La Junta de Ayuda a Enfermos de Durango y Iurreta (JAED) continúa inmersa en la recogida y distribución de alimentos para ayudar a las familias más necesitadas de la comarca. En este sentido, desde que se declaró el estado de alarma en marzo de 2020, las necesidades de los más desfavorecidos han aumentado considerablemente en la comarca. Como consecuencia, la incansable labor de la JAED también se vio incrementada a raíz de la crisis sanitaria. Según datos ofrecidos recientemente, además de con alimentos, en 2020 atendieron a 89 familias con ayudas económicas (126.964 euros) y se palió la pobreza energética de 56 familias destinando 9.485 euros a estas ayudas. Desde la JAED se mostraron satisfechos con el aumento de la subvención recibida por el Ayuntamiento que ha pasado de los 91.117 hasta los 110.000 euros. “Gracias a este aumento la ayuda para la pobreza energética la mantendremos abierta toda el año cuando solíamos cerrarla en marzo. También podremos dedicar más dinero a las ayudas al alquiler”, valoraron desde la junta.

Desde noviembre de 1963 lleva la JAED dedicándose a la recogida y distribución de alimentos y ropa para ayudar a las familias más necesitadas. El pasado 16 de noviembre la JAED ubicaba su estand en el pórtico de la basílica de Santa Maria, y es que la estampa navideña no sería la misma sin su presencia. Nada más y nada menos que desde 1971, costando 98.600 pesetas, lleva el emblemático estand colocado en el mismo sitio, llenando de ilusión a todo el que pasa a su lado. El sorteo solidario es la fuente de ingresos principal de este colectivo.

Han pasado 59 años desde que un grupo de jóvenes durangarras, pertenecientes a movimientos de Acción Católica con inquietudes sociales, contactaron con Luciano Francés, sacerdote de la parroquia de Santa María de Uribarri, y aunaron sus esfuerzos para constituir JAED. Con el objetivo de ayudar a los enfermos y necesitados de la época, comenzaron a dar los primeros pasos. Uno de los más significativos, consistió en invadir el municipio de Durango con rótulos de JAED para sembrar la inquietud de la ciudadanía y lograr que la junta se diera a conocer. Fue a partir de entonces cuando en las iglesias comenzaron a realizar recolectas para la nueva junta.

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