La Diputación de Bizkaia ampliará este año en 69 las plazas adaptadas para favorecer el envejecimiento activo de las personas con discapacidad intelectual en entornos laborales, de manera que dispondrán de 129 plazas.

Según explicó la institución foral, el modelo pilotado, compartido con la red de centros ocupacionales del territorio, se extiende progresivamente en la red, con el objetivo de “adaptar los entornos laborales de las personas con discapacidad intelectual a su proceso de envejecimiento, de forma que puedan mantenerse activos desarrollando una actividad ocupacional, donde tienen construida una red de relaciones personales que hace de este entorno un espacio significativo para su proyecto vital”.

Para alcanzar las 129 plazas serán habilitadas este año 69 nuevas en los centros que gestionan las entidades Rafaela María, Usoa, Ranzari, Gallarreta y Gaude, que se suman a las de Lantegi Batuak.

“Se trata de adaptar los apoyos a las personas. En este caso, la intensidad de los apoyos es mayor para que las personas con discapacidad intelectual con síntomas prematuros de deterioro o envejecimiento puedan seguir ejerciendo su actividad en estos centros”, explicaron desde la institución foral.

Su diputado de Acción Social, Sergio Murillo, destacó que, con la implantación progresiva de estas plazas en diferentes centros ocupacionales del territorio a lo largo de este año, “Bizkaia continúa adaptando los apoyos al perfil de las personas con discapacidad intelectual, también en su entorno laboral”.

Desarrollo de proyecto vital

“Adaptamos los entornos y facilitamos los apoyos para que los proyectos vitales puedan seguir desarrollándose. Y lo hacemos anticipándonos a las proyecciones demográficas, que exigen respuestas innovadoras en la oferta de apoyos y servicios”, señaló.

Murillo realizó el anuncio en el centro ocupacional Rafaela María, donde el próximo 1 de junio pondrán en marcha sus diez plazas con apoyos para otras tantas personas con síntomas prematuros de deterioro o envejecimiento.

Este centro acaba de estrenar nuevas instalaciones en el barrio bilbaino de San Ignacio, tras trasladarse desde su anterior ubicación en Zorrotza. El centro ofrece un servicio ocupacional y también funciona como centro especial de empleo. A él acuden diariamente sesenta personas con discapacidad que reciben apoyo de quince profesionales.

La Diputación empezó a implantar este modelo de intervención en 2018, tras un pilotaje previo en centros de Lantegi Batuak, evaluado con el apoyo de la Universidad del País Vasco.

Tiene como objetivo, una vez detectados y valorados los síntomas, paliar el deterioro, mejorar las capacidades y potenciar el envejecimiento activo de las personas con discapacidad intelectual, con herramientas y metodologías “innovadoras y transferibles”, y con una mayor personalización. De este modo, valoraron desde la Diputación, si lo desean, pueden desarrollar una actividad productiva en su centro ocupacional, a la vez que mantienen sus rutinas, vínculos emocionales y sociales.