El cáncer oral, es un concepto que engloba a todos los tumores malignos que pueden aparecer en la cavidad oral, si bien es cierto que el 90% de las lesiones están constituidas por el carcinoma oral de células escamosas, que es la neoplasia maligna que deriva del epitelio de la

mucosa oral.

Este cáncer es relativamente frecuente, correspondiendo a la 8ª neoplasia maligna a nivel mundial. En el Estado, la cifra de incidencia estimada es de 4.4 casos por 100.000 habitantes, situándose por encima de la media mundial. Esta patología afecta principalmente a adultos, normalmente mayores de 50 años, con una mayor incidencia en hombres respecto a mujeres, aunque esta diferencia se ha reducido en los

últimos años.

En nuestro medio, los dos principales factores etiopatogénicos, son el consumo de tabaco y alcohol, actuando de manera sinérgica si ocurren en el mismo paciente. En los últimos años, se ha observado un aumento de la incidencia de tumores en pacientes jóvenes y sin hábitos tóxicos, lo que podría estar asociado a infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH). Cabe destacar también la exposición solar, en el caso del cáncer de labio.

Llevar un estilo de vida saludable y evitar la exposición a los hábitos carcinogénicos, reduce la aparición de este cáncer. Por ello, desde la SEMO, queremos insistir en el cese del consumo de tabaco, en todas sus formas, en la reducción del consumo de alcohol, así como en la reducción/protección a la exposición solar y la práctica de sexo seguro para evitar la infección por VPH. Las lesiones de cáncer oral pueden aparecer de novo o sobre lesiones previas en la mucosa oral. Estas lesiones se denominan trastornos orales potencialmente malignos y se manifiestan como lesiones blancas o rojas sobre la mucosa oral, en muchas ocasiones asintomáticas.

Un aspecto importante de señalar es que la supervivencia de este tipo de cáncer depende en gran medida del momento en el que se diagnóstica, lo que pone en evidencia la importancia de su diagnóstico precoz, jugando los dentistas un papel fundamental.

Las principales manifestaciones clínicas del cáncer oral en estadios iniciales son la aparición en la mucosa oral de una lesión blanca o roja, o la combinación de ambas, una úlcera o un aumento de volumen que no desaparece en 2-3 semanas y no presenta factores causales reconocibles. Ello supone que toda persona se detecte alguno de estos signos clínicos, deba de acudir al dentista para poder realizar el diagnóstico y manejo clínico adecuado. Cuando avanza la enfermedad se suele presentar como lesiones tumorales y ulceradas, presentando zonas de infiltración en profundidad. Es frecuente que las lesiones se acompañen en limitación funcional, dolor, sangrado o movilidad y/o pérdida de dientes. Además, puede existir la presencia de aumentos de volumen en la región del cuello (metástasis). "Queremos resaltar el valor estratégico que representa el odontólogo en el diagnóstico precoz de esta patología y en su prevención. Todos los odontólogos tenemos el deber de conocer los aspectos clínicos y etiopatogénicos tanto del cáncer oral como de los trastornos orales potencialmente malignos para identificarlos y poder encauzar al paciente de la mejor forma posible".