Ainhoa Pascual es una de las más de 500 personas que durante la semana pasada se ofrecieron para hacer labores de voluntariado en Euskadi durante la crisis del coronavirus. La mañana del sábado estuvo realizando llamadas de seguimiento a las personas que aparecen en la base de datos de la Cruz Roja. "Les pregunto cómo están a nivel de salud, a nivel emocional, les recuerdo cuáles son las medidas que hay que tomar y que la Cruz Roja está ahí por si necesitan cualquier cosa. En definitiva, un poco de formación, asesoramiento y apoyo", explica Pascual, educadora en un hogar de menores, de 42 años. "He hecho muchas llamadas, hay muchas personas mayores, que son las que más apoyo necesitan y también las que más lo agradecen. He encontrado gente que solo necesitaba hablar, les escuchas y lo agradecen mucho", asegura esta gasteiztarra, que se ha comprometido a hacer voluntariado tres veces a la semana. Para Pascual, esta labor no es nueva, ya que es voluntaria de Cruz Roja desde octubre del año pasado.

El Gobierno vasco puso en marcha hace una semana la red de solidaridad organizada Guztion Artean para apoyar iniciativas que realicen tareas básicas a personas asintomáticas que no pueden salir de casa para garantizar su protección, ofreciendo servicios estrictamente necesarios. En concreto, a personas mayores de 70 años y/o dependientes o a personas en otras situaciones de vulnerabilidad -estas últimas derivadas por la administración-, que residan en sus domicilios, vivan solas o en pareja y carezcan de apoyo familiar.

Hasta el sábado, entre Cáritas y Cruz Roja contabilizaron 517 ofrecimientos de ayuda en los tres territorios. Además, Cruz Roja y Cáritas, bajo las directrices del Departamento de Salud, validaron en ese tiempo el ajuste al perfil requerido de 193 voluntarios y voluntarias, dado que preservar la salud de las personas atendidas y voluntarias requiere, entre otros aspectos, que las personas voluntarias no presenten problemas de salud.

"El voluntariado recibe formación, tenemos un protocolo de actuación según en qué ámbito vayan a estar, no es lo mismo estar haciendo llamadas que dar comidas. Es un voluntariado profesionalizado, el fin es evitar cadenas de transmisión del coronavirus. Aunque sea a marcha rápida, se les ha explicado los conceptos básicos y se les ha dado los equipos de protección", explica Álvaro García, responsable de Comunicación de Cruz Roja Euskadi.

Las personas demandantes de este servicio pueden precisar ayuda para cubrir necesidades de la vida cotidiana como acceder a suministros de primera necesidad -alimentos, productos de higiene y limpieza y otros siempre de primera necesidad-, bajar la basura, recoger medicamentos prescritos en la Tarjeta Individual Sanitaria; ocuparse de su mascota -sacarla a pasear o llevarla a un servicio veterinario de urgencia-, así como realizar trámites y gestiones inaplazables. "Tenemos gente voluntaria que prepara comidas y también servicios de catering, en los que se recoge la comida y se entrega a quien corresponda para que no tenga que salir a la calle. Y luego están las llamadas de acompañamiento que se hacen a la gente vulnerable. Ahí también hay mucho voluntariado. Se trata de hacer un seguimiento a las personas mayores, también a quienes siguen un tratamiento médico", cuenta García.

"Tenemos a colegios de psicólogos que se han ofrecido voluntarios para hacer llamadas de apoyo, porque hay personas a las que les hace falta hablar y contarle a alguien cómo están", añade. "Todas las personas con la que he hablado se están tomando el tema muy en serio, conocen bien el protocolo, están informadas y con ganas de hacerlo bien. También son conscientes de que esta situación se va a alargar y no saben si dentro de unos días van a tener las mismas fuerzas", concluye Pascual.

Solicitantes. 136 personas pidieron ayuda en Euskadi durante la semana pasada para que atendieran sus necesidades básicas mediante servicios estrictamente necesarios a través de la red de solidaridad organizada Guztion Artean.

Ofrecimientos. Entre Cáritas y Cruz Roja contabilizaron hasta el pasado sábado 517 ofrecimientos de ayuda por parte de la sociedad vasca en los tres territorios.

Condiciones. Para ser voluntaria o voluntario es necesario no tener patologías crónicas y no presentar síntomas en los catorce días anteriores a iniciar la actividad ni antes de acudir a un hogar. Además, tener entre 18 y 64 años, y estar disponible, al menos, un mínimo de dos horas entre dos y tres días por semana durante un mes.

Teléfonos. Cruz Roja, a través del teléfono 945 222 222; Cáritas, a través del número 688 662 773.

193

Cruz Roja y Cáritas han validado en este tiempo el ajuste al perfil requerido de 193 voluntarios y voluntarias.

Más voluntarios. A medida que avancen los días puede incrementarse el número de personas que necesiten el servicio de ayuda para cubrir sus necesidades básicas. "Igual tenían, por ejemplo, las despensas llenas y no van a poder salir a comprar. Los medicamentos u otras cuestiones que las tenían resueltas y ahora van a necesitarlas", subraya José Andrés Illanas, responsable autonómico de voluntariado de Cruz Roja. Para ello será necesario contar con más personas voluntarias. De hecho, Cruz Roja y Cáritas continuarán testando la idoneidad de más personas que ofrezcan su apoyo. "Es un voluntariado organizado, lo que prima es la seguridad, lo importante es que la gente se quede en casa, que no se acerque a las sedes a preguntar a ver si puede hacer voluntariado, que llame o que nos mande un correo electrónico. Ya le llamaremos si nos hace falta", pide Álvaro García, de Cruz Roja Euskadi.

"He encontrado gente que solo necesitaba hablar: les escuchas y

lo agradecen mucho"

Voluntaria de Cruz Roja