La búsqueda de los dos trabajadores desaparecidos al desplomarse el vertedero de residuos industriales de Zaldibar (Bizkaia) el pasado 6 de febrero ha proseguido este martes "a buen ritmo" con la incorporación de una nueva excavadora diseñada especialmente para este dispositivo, mientras siguen sin despejarse las dudas de dónde se llevarán los desechos que iban a la instalación colapsada.

Además, la Agencia Vasca del Agua, URA, ha comunicado hoy que los análisis de la regata del río Aixola han vuelto a registrar una elevada concentración de amonio, un compuesto tóxico.

Los trabajos en el vertedero se han centrado este martes en la búsqueda de los dos trabajadores, Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, que siguen desaparecidos desde que se desplomó el vertedero hace 19 días.

El director de Emergencias del Gobierno vasco, Pedro Anitua, ha explicado que los trabajos de búsqueda han continuado "a buen ritmo" tras facilitar a los equipos una nueva excavadora diseñada especialmente por una empresa de Gasteiz para ese dispositivo.

Se trata de un peine con cinco cuchillas que mueve y criba la tierra del desprendimiento a mayor velocidad que antes, por lo que la búsqueda avanza.

Bajo la fina lluvia que ha caído hoy en Bizkaia, los equipos de rescate han cribado la zona donde se encontró el coche de uno de los operarios desaparecidos.

Mientras continuaban los trabajos para intentar encontrar a los dos desaparecidos, persisten las dudas sobre dónde se llevarán los residuos industriales que anteriormente acababan en Zaldibar.

El Gobierno vasco pidió ayer a los responsables de los vertederos públicos de Euskadi que le comunicaran su disponibilidad concreta para acoger parte de los residuos. La Diputación de Bizkaia contestó que en las dos instalaciones de las que dispone no pueden acoger "en el corto plazo" esos desechos, al no tener autorización para depositar residuos industriales y por falta de capacidad.

El Ayuntamiento de Gasteiz ha indicado que el vertedero de Gardelegi puede llegar a albergar "23.000 toneladas de residuos generados por empresas alavesas" que hasta ahora depositaban su basura en Zaldibar.

La Diputación de Gipuzkoa ha señalado que la reapertura de Epele -un vertedero que no recibe residuos desde 2018 pero "todavía no está cerrado y tiene capacidad para recibir 350.000 metros cúbicos de residuos no peligrosos"- puede ser la "principal solución" para solventar la "delicada situación" de ciertas empresas, que podrían tener que parar" si no dan salida a la basura que acumulan tras la tragedia de Zaldibar.

La Agencia Vasca del Agua, URA, ha explicado que trabaja para lograr tener "cuanto antes" un sistema de recogida de líquidos que se van filtrando por el terreno derrumbado del vertedero de Zaldibar, y ha indicado que los análisis en la regata del río Aixola han vuelto a registrar una elevada concentración de amonio, un compuesto tóxico ya detectado la semana pasada.

Hasta tener una solución definitiva para los líquidos que se filtran desde el vertedero, la agencia vasca del agua trata de recoger "la mayor parte" de esos lixiviados para evitar que llegue a zonas de regata y ríos de la comarca.

El vertedero de Zaldibar disponía de un sistema de recogida de lixiviados "tal y como marca la legislación" pero el derrumbe afectó a esta infraestructura sobre la que se "está trabajando para habilitar una alternativa cuanto antes".

URA ha puntualizado que los controles de calidad de las aguas caudales de la zona "nada tienen que ver con el estado del agua potable de red", que fluye de manera "totalmente independiente". Su calidad sanitaria está "avalada por los controles".