Bilbao - "A partir de ahora no viajaré más que en sueños", afirmó el escritor francés Julio Verne, responsable de imaginar mundos repletos de fantasía, adentrarse de lleno -como precursor- en el mundo de la ciencia ficción y, sobre todo, permitir a sus lectores soñar con mundos hasta entonces inimaginables. Un ilusionista de ideales fantásticos que se hicieron realidad. Naves espaciales, trasatlánticos o submarinos fueron algunos de sus revolucionarios viajes literarios en los que se inspiró este año la cabalgata de los Reyes Magos de Bilbao.

Bajo el título Viajeros Extraordinarios el espectáculo visual que se desplegó por la Gran Vía dejó atónitas a las miles de personas que abarrotaron la calle.Una de esas miles de niñas que ayer disfrutaron del espectáculo fue June. A sus dos años de edad, esta joven bilbaina observó con recelo y cierta inquietud todo el jolgorio parapetada en los brazos de su ama Itziar. No comprendía nada. El ruido, el gentío y su bisoñez le impedían disfrutar de la situación, pero sus diminutos ojos se volvieron gigantescos al paso de las carrozas reales. Jaleada por su amatxu la llegada de sus Majestades, enseguida le animó. "Es su primera cabalgata, parece que su favorito será Baltasar", pronosticó Itziar viendo cómo seguía con la cabeza los ritmos africanos de su carroza. Seguramente, no escuchará nada acerca de Julio Verne hasta dentro de unos años, pero el colorido, la música y la animación de sus obras le cautivaron. Una de sus primeras experiencias en este mundo, un momento mágico e inolvidable para la pequeña June.

Pero sus Majestades de Oriente no llegaron solos a la capital vizcaina. Les acompañó un gran séquito de artistas, bailarines, figurantes, personal técnico y de seguridad, organización y limpieza. En total, más de 400 personas formaron parte de una comitiva mágica. El espectacular desfile estuvo compuesto por diez carrozas, acompañadas de grupos de baile y teatro. Así, un camión de bomberos antiguo abrió el paso. Tras ellos, la carroza de la gran estrella de Oriente guió a Sus Majestades. Seguido, doce carteros de la oficina real de correos express trabajaron a contrarreloj para recoger las cartas de los más rezagados. Luego, llegó el momento de las máquinas voladoras. Después, los personajes de Willy Fog recordaron La vuelta al mundo en 80 días. Seguido apareció el gran elefante de la India. Junto a él, un cuerpo de baile de Bollywood puso ritmo al desfile. Después le tocó el turno al gran imperio chino. Más tarde apareció imponente el Nautilus, la legendaria nave de Veinte mil leguas de viaje submarino. No obstante, uno de los momentos de máximo fervor para aquellos que no han crecido con las novelas de Verne fue la carroza de La Patrulla Canina. Finalmente, el cortejo dio paso, al fin, a Sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes se mostraron muy cariñosos con el público. Cerró el desfile otra de las carrozas más esperadas, la fábrica de caramelos. Por motivos de seguridad, se lanzaron tres toneladas únicamente al final mediante potentes turbinas. Como si de una carroza más se tratase, el broche lo pusieron las siete barredoras del equipo de limpieza del Ayuntamiento de Bilbao, que se encargaron de dejar las calles impecables.

Tras la cabalgata, sus Majestades de Oriente fueron recibidos en el Consistorio, desde cuyo balcón ofrecieron su tradicional mensaje. Luego, varias decenas de txikis pudieron conocerles en el Salón Árabe, donde escucharon sus deseos. Algunos, quizás, basados en sueños de mundos fantásticos, se harán realidad.

30.000

Mónica, Nieves, Fiore, Aroa, Guillén y Sofía. Desde Bilbao, Mónica y Nieves, amatxus entregadas a la causa, acompañaron a sus hijos a la cabalgata para poder ver de cerca a los Reyes Magos. "Mi favorito es Melchor"; "el mío Gaspar" y el "mío Baltasar", señalaron con división de opinión los tres pequeños, ansiosos por poder "coger todos los caramelos", pero sin decantarse por un rey mago en concreto. Por su parte, las amatxus sí se decantaron por una de las carrozas, la de Willy Fog. "Nos recuerda a nuestra infancia, en cambio, éstos no lo conocen", indicaron sobre a la diferencia generacional.

Nerea, Daniel, María, Garazi, Aritz, Diego, Elene, markel, Iñigo, Aretx y Laura. Jornada redonda la que disfrutaron ayer estos niños y niñas de Zalla, Güeñes y Balmaseda. "Por la mañana han ido al partido de las chicas del Athletic y por la tarde a la cabalgata", indicó una de sus amatxus. "Está siendo un día completito y ahora vamos a intentar coger caramelos", agregó. Para no quedarse sin ver de cerca a los Reyes Magos acudieron temprano al punto de partida de la cabalgata en Gran Vía y allí pudieron fotografiarse con sus carrozas favoritas.

Saioa, Gorka, Markel e Ibai. Los bilbainos Saioa y Gorka cumplieron un año más con la tradición de acompañar a sus hijos Markel e Ibai a la cabalgata de Sus Majestades de Oriente. "Es un clásico, no fallamos ningún año", explicaron. Por su parte, los pequeños de la casa se mostraron entusiasmados por poder ver a su rey mago favorito antes de recibir los regalos. "Nos quedamos con Melchor, es el mejor", apuntaron. Al mismo tiempo, también se lo pasaron en grande con los coloridos personajes de La Patrulla Canina, todo un fervor entre las nuevas generaciones.