El Teatro Arriaga es un lugar muy serio. Todo son esculturas enormes, lámparas inmensas, alfombras rojas, espejos muy grandes y escaleras de esas que dan respeto. Cuelgan cortinones por todas partes. La gente suele llegar muy seria, mirando el reloj y ajustándose la corbata o levantándose el cuello del abrigo. Sobre todo si hace el frío de diciembre, ese que parece que siempre viene acompañado por una neblina heladora.

Pero ayer no. Ayer el Arriaga evocaba a la cabalgata de los Reyes Magos. Faltaba alguien lanzando caramelos. Por todas partes se colaban peques con los ojos muy grandes de mirar la vida con asombro y curiosidad. Corrían dos niñas gritando "Abuuuu, que vamos a entrar". Y la abu trotaba a lo que le daban los tacones. Grupitos de tías con sobrinos, tíos con la recua de primas y primos. Bullir de risas y saltitos. Al abuelo se le va de las manos la tropa de nietas melómanas. La mayoría paran a fotografiarse en el abeto navideño del descansillo del atrio del teatro bilbaino, rejuvenecido por un día.

Al otro lado del telón sucede algo parecido. En el elenco de Alí Babá y los cuarenta ladrones abunda la chavalería. Niñas y niños del Coro OCN y del Coro Escuela Ópera de Navarra encarnan a los bandidos. Atienden las últimas instrucciones y el discurso motivador de Txema Lakuntza y Pablo Ramos con los rostros tiznados y las babuchas calzadas. A su lado los cantantes José Luis Sola, Alfonso García, Selma Sola, Ana Olaso y Pablo López. Al fondo pasan los músicos, con sus instrumentos dorados en la mano y un terno severo, pero la sonrisa en la boca.

ABAO Txiki funciona. Comenzó en la temporada 2005-2006 con el objetivo de acercar la ópera y la música en general a los más pequeños de la casa. Desde entonces, miles de niñas y niños han podido disfrutar de esta experiencia.

Por ejemplo, Josu Abeytua, que acompañaba a Ander y Jon Garrastatxu, de 7 y 5 años, que ya vinieron el año pasado y les gustó la experiencia como para repetir. Nerea Larrondo acudió con Urtzi Bilbao, que dice que esta es la cuarta o quinta vez que viene a la ópera y aún le resta mucho para afeitarse. Esti Martiartu fue con Nikola, Xabier y June; es la primera vez que los peques asiten a la ópera, per son verdaderos veteranos del teatro y les encanta la música, así que éxito asegurado.

Atento a todo estaba el director artístico de la ABAO, Cesidio Niño, junto con Elene Landeta y Arantza Aguirrebeitia. Junto a ellos, Vega San Emeterio, de Fineco. Cristina Salgado y Maite Zarandona fueron a la ópera con Haizea, Asier y Eneko Irusta. Manuel Morilla disfrutó del espectáculo musical con Begoña Bueno, Urko Martínez, Begoña Morilla e Iker Martínez. También en familia se presentaron Unai Gorostiaga, Nekane Rodríguez, Ieltxu Gorostiaga, Beatriz García y las hermanas June y Ane Elkoro