GERNIKA. Las Juntas Generales aprobaron ayer los primeros presupuestos de esta segunda legislatura de Unai Rementeria al frente de la Diputación. Y lo hicieron, como estaba previsto, sin incorporar ni una de las más de 600 enmiendas que habían planteado los tres grupos de la oposición, en un cruce de reproches en torno a la negociación de los mismos. Mientras que EH Bildu, Podemos y el PP criticaron el "rodillo" y la "prepotencia" que a su juicio han mostrado los dos partidos que sustentan al equipo de gobierno, estos echaron en cara la falta de un modelo alternativo entre las propuestas recibidas, así como la falta de voluntad para alcanzar un acuerdo, con constantes referencias a la aprobación de las cuentas del Gobierno vasco.

El proyecto de presupuestos de Bizkaia para 2020 culminó ayer su tramitación parlamentaria, que comenzó el pasado 31 de octubre con su registro en las Juntas Generales. Los 33 apoderados que suman los equipos que sustentan al Ejecutivo foral, PNV y PSE, hicieron valer su mayoría entre los 51 escaños para aprobar, una por una, las cuentas de los nueve departamentos forales, además del texto articulado, a los que los tres partidos de la oposición votaron en contra. El presupuesto recibió el visto bueno del Parlamento vizcaino sin incorporar ninguna de las 627 enmiendas parciales que presentaron EH Bildu, Podemos y el PP, y que ya habían sido rechazadas en comisión.

Y es que, tanto nacionalistas como socialistas coincidieron en alegar que las modificaciones propuestas por la oposición "no ofrecen un modelo económico y social alternativo ni desde el punto de vista cuantitativo ni cualitativo", en palabras del apoderado del PNV Mikel Bagan. Según explicó, algunas de las enmiendas han sido rechazadas por carecer de base justificativa, "poner más porque sí no es gestionar mejor, sino todo lo contrario" -por ejemplo en el caso de las líneas de metro 4 y 5, a la espera de las alternativas que planteen sus estudios informativos-; otras "hacen inviable la prestación de servicios y el normal funcionamiento de la Diputación", caso del trabajo de Lantik y Zugaztel, y también existen las que "suponen la ruptura de compromisos plurianuales", como la financiación del BEC. Tras "lamentar" que en Elkarrekin Bizkaia "no haya calado la política útil del señor Martínez", en relación al acuerdo alcanzado en el Parlamento Vasco con Podemos, Bagan cuestionó también la voluntad de negociación de EH Bildu. "Si en las primeras negociaciones se plantean condiciones que no son asumibles, no empezamos bien; si presentamos una enmienda a la totalidad, tampoco ayuda demasiado. Creo que nuestro grupo no es sospechoso de no tener capacidad y voluntad de llegar a acuerdos con diferentes en aras al bien común", defendió.

En la misma línea intervino el portavoz del PSE, Ekain Rico, para quien la presentación de sendas enmiendas a la totalidad por parte de los tres partidos de la oposición "no era el punto de partida más prometedor para llegar a algún posible acuerdo". A pesar de ello, remarcó que tras su debate, "y con la discreción que este tipo de cuestiones requieren", tanto PNV como PSE intentaron acordar una serie de enmiendas "por una cuantía nada desdeñable. Que no haya sido posible no significa que no haya existido ese planteamiento". Por ello, abogó por el entendimiento con la oposición, tendiendo la mano para que este sea "el último año" en que "no entiendan que necesitamos entendernos para ir dando respuestas. No hay que mirar muy lejos para entenderlo y todos deberíamos saber que no es bueno perder el tiempo", dijo. Rico, especialmente beligerante con el PP, tendió la mano a EH Bildu -"si ustedes quieren, nos podremos encontrar en otros debates presupuestarios"- y criticó la "falta absoluta de credibilidad" en la que se ha sumido Elkarrekin Bizkaia tras el acuerdo de Podemos en Gasteiz o el pacto de Gobierno entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. "Siguen en ese mundo dual, de lucha entre el bien y el mal, que en otros lugares han abandonado", lamentó.

"Símbolo de prepotencia"

Y es que gran parte de las críticas de la oposición se centraron precisamente en el rechazo a todas sus enmiendas. Para la apoderada de EH Bildu Arantza Urkaregi, supone un "símbolo de prepotencia" y lamentó que, a diferencia de otros ejercicios, en los que se ha logrado transaccionar alguna de las enmiendas planteadas por la oposición, en esta ocasión no se ha podido acordar ni una de ellas. "Haber presentado enmiendas a la totalidad es una excusa porque en años anteriores también se había hecho. Se empieza mal esta legislatura", reprochó. También censuró a la Diputación su "conformismo" al presentar unas cuentas "continuistas" con las que, a su juicio, "pierden las personas de Bizkaia en situación más vulnerable".

Por su parte, la portavoz de Elkarrekin Bizkaia, Eneritz de Madariaga, criticó que se hayan solicitado "contrapartidas" a la oposición para aprobar alguna de sus propuestas, al contrario de lo que ha ocurrido, según dijo, en otras instituciones.

Finalmente, desde el Grupo Mixto-Partido Popular, su portavoz, Amaya Fernández, tachó de "continuistas" los presupuestos y acusó al PNV y al PSE-EE de caer en la "autocomplacencia" y defender un modelo económico "presidido por la indefinición".