Bilbao - Lo que para la mayoría de ciclistas era el gran reto de la temporada resultó ser ayer todo un éxito en la esperada primera edición de la Orbea Klasika Bilbo-Bizkaia.

Una prueba de 128 kilómetros con un perfil exigente, con muy pocos kilómetros de llano pero hasta seis puertos -con un desnivel total de 2.462 metros- que obligaron a los más de 1.200 participantes a emplearse a fondo sobre los pedales.

Reconocidos ciclistas -como Igor Antón, Marino Lejarreta, Nestor Arana o Egoi Martínez- junto a los ciclistas de Orbea Factory Team, Tomi Misser, Sandra Jordá, Ibon Zugasti, así como parte de la plantilla de la Fundación Euskadi -tanto femenina como masculina- arrancaban a las 8.00 horas desde Artxanda en esta prueba con presencia de ciclistas de otros ocho países europeos y Canadá.

Sin duda, esta ha sido una prueba con la que todos y todas han ganado en el disfrute de una marcha sostenible. Sin embargo, los más rápidos en la contrareloj en tres de los puertos fueron Asier Irigoyen y Amaia Urkidi: (16’01’’) y (20’46’’) respectivamente en la ascensión al Balcon de Bizkaia; (12’34’’) y (16’ 13’’) fueron los tiempos para superar Navarniz, y El Vivero lo alcanzaron ambos en 11’58’’ y 16’10’’, por ese orden.

El premio KOM también recayó en esta pareja con tiempos de 40’25’’ para Irigoyen y 53’10’’ para Urkidi. Además, Javier Gutiérrez-Cabello Montiaga fue el ciclista distinguido con más veteranía; El Santutxu T.E el club más numeroso y hubo un especial reconocimiento a la colaboración para la Asociación de Vecinos de Artxanda y Plataforma Artxanda. La Orbea Klasika Bilbo-Bizkaia... ¡Llega, y se queda!.