Bilbao - A pesar de apellidarse de Bilbao, el Puerto ha agrandado su superficie en las instalaciones de la vecina Santurtzi. De este modo queda saldada una vieja deuda con uno de los grandes motores de la economía vizcaina y también vasca: disponer de más superficie para atender la demanda de suelo que tiene la Autoridad Portuaria de Bilbao (APB) y poder emprender proyectos estratégicos. El estirón -equivalente a la superficie de 86 campos de San Mamés- ha llegado además antes de lo esperado: tres meses.

Y eso que los trabajos de construcción de esta primera fase del nuevo muelle (espigón central) tenían su cosa. Nada más y nada menos que ganarle al mar unos 360.000 metros cuadrados. Una operativa compleja que ha convivido en el tiempo con una segunda obra -la estabilización de la cantera de Punta Lucero- de donde se han extraído parte de los rellenos del espigón central. Las obras de la nueva infraestructura portuaria finalizarán este mismo mes, quedando pendientes los trabajos de urbanización que se llevarán a cabo durante 2020, apostillaban desde la APB.

“El Puerto de Bilbao tenía una ocupación de suelo del 90% y ahora, por fin, podemos atender la demanda de suelo para proyectos estratégicos”, expresaba recientemente Ricardo Barkala, presidente de la APB, en las páginas de DEIA. El espigón central -ubicado en la zona abrigada por el dique de Zierbena y su contradique, describía personal técnico- permitirá incorporar a las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Bilbao más de un kilómetro de muelles de atraque para buques mercantes.

Será a lo largo del ejercicio que viene cuando la nueva superficie vaya tomando cuerpo con la urbanización. Las estimaciones que se manejan desde la APB es que los trabajos arranquen en la zona más próxima a tierra firme. Se habla de un 40% del total del terreno. Cuando esa primera fase concluya, se prevén otras dos más -a partes iguales (30%)- que serían ejecutadas en dos tiempos. Al parecer, empresas que ya operan en el Puerto de Bilbao que necesitarían mayor superficie para ampliar su actividad y otras noveles por estas tierras estarían interesadas en recalar en esas instalaciones. Desde la APB destacaron la relevancia que tendrán estas instalaciones y pusieron en valor los trabajos técnicos para estabilizar la ladera de Punta Lucero que se han prolongado 34 meses y han exigido la realización de 330 voladuras controladas.