SU voz rasgada se ha escuchado cantándole dos saetas en euskera al Nazareno el año pasado, a su paso, en procesión, por el club El Eden, de la calle San Francisco. Dos saetas escritas por el poeta Beñat Arginzoniz, quien ayer también le acompañaba a Juanjo Navas, el hombre nacido y criado en Otxarkoaga que, ya desde la cuna, empezó a mamar los ritmos flamencos en casa, donde a todas horas sonaban los grandes del género. Así Juanjo se hizo cantaor flamenco -“uno de los grandes del cante”, según dice la cátedra-, entremezclando su pasión por cante jondo con la cultura vasca.

Así, Juanjo Navas tributó ayer un concierto homenaje al poeta Blas de Otero titulado Volver a Blas de Otero, resultado de un año de trabajo sobre los textos del poeta vasco, que el talento de este cantaor ha amoldado al sentido, la rítmica y el arte del cante jondo. El espectáculo innovador que en un futuro próximo dará lugar a un disco en el que participará la Fundación Blas de Otero sirvió como punto de arranque a las XI Jornadas de Poesía Vasca BBK que se celebran, a lo largo de esta semana, en la sala BBK de la Gran Vía.

Todo tuvo su porqué. Juanjo cantó a Blas de Otero en el 40 aniversario de su muerte, lo que expresa la fuerza de la obra del poeta. Acompañaron al cantaor, además del propio Beñat que antes cite, José Fernández de la Sota, Javier Arnaiz e Ibon Arabaiza, implicados en las citadas jornadas. Además de ellos, a la cita se sumaron Felipe Garduño, Carmen Giménez, Adrián Sánchez, Antonio Pezo; José Carreño, padre del cantaor, Manuel Guerreiro y Manuel Jurado en un grupo que se acercó hasta la sala BBK para escucharle de cerca; Salvador Escribano, Yolanda González, Alicia Gutiérrez , Rafael Fernández, Begoña Arregi, Esmeralda Herlo, María Ángeles Rodrigo, Carlos Agirre, la poeta Blanca Sarasua, Pablo Camarero, Jesús Cardaño, María Aransay, María Victoria Berguices y una poblada legión de seguidores que hacían guardia en una larga cola que se extendía por la Gran Vía.

En esa nómina de hombres y mujeres de sentimiento se encontraban Bernat Vidal, artesano de larga escuela en Bilbao, Iñigo Etxebarria, José Higuera, Carmen Navas, Esther Carreño, Enrique Ladrón de Guevara, Mari Carmen Martínez Muxitu, Francisca Nieto, madre de nuestro compañero y genial artista gráfico Asier Sanz; Begoña Pérez, Karmele Muñoz, Itxaso Madariaga, José Luis Hernández, José María Rodríguez y un buen número de asistentes. Cosido con el hilo de la continuidad, el grupo Galatea homenaje a Blas de Otero con un montaje poético/teatral que pondrá en pie su amistad fraternal con otro grande de la poesía vasca y bilbaina, Gabriel Aresti. En Blas y Gabriel en tiempo de silencio, los versos en castellano y en euskera de los dos grandes poetas se entrelazarán al ritmo de sus propias vidas. Merece la pena seguro.