Raisa y Araceli (Bermeo y Mundaka). Araceli era la primera vez que veía esta fiesta, así que su amiga Raisa se encargó de explicarle cómo cogían la cabeza del ganso.

TODO ocurre en escasos segundos y por eso nadie le quita la mirada al gran protagonista del Antzar Eguna, una de las fiestas más populares que vive Lekeitio; el ánade. Este año también, el de goma volvió a regalar los mejores momentos en un día en el que cientos de espectadores vestidos de mahón abarrotaron el puerto a pesar de que fuese un jueves laborable, mientras remeros y remeras comenzaban, pasadas las cuatro de la tarde, a desfilar con sus botes para probar suerte con el ganso. Era el gran día de la villa marinera y nada defraudó, ni siquiera la climatología ya que el sol hizo acto de presencia durante el Antzar Jokoa.

Como manda la tradición, el ave les aguardaba suspendida sobre el mar sobre una maroma, que fue tensada tras cada salto. En el desafío de este año, 62 de los 95 botes inscritos -la participación más alta de estos últimos años- compitieron con un ganso previamente sacrificado, mientras que otros 33 lo hicieron con el moderno antzartek diseñado por el centro tecnológico Gaiker-IK4, un prototipo de goma que se estrenó en 2006 con el que se pretende preservar una tradición que se inició con el uso de animales vivos. Este hecho, junto a una mayor conciencia de la necesidad de evitar el sacrificio de las aves, ha podido favorecer que cada año aumente el número de cuadrillas que optan por utilizar este prototipo. “Estamos muy concienciados con este tema. Entendemos que sea una tradición, pero los tiempos han cambiado y los animales también tienen derecho a vivir”, dijeron Marta y Lucía que participan en esta legendaria fiesta desde hace años.

La de ayer fue una edición de poco juego con los naturales, dado que, de los 20 participantes en los primeros 45 minutos, tan solo dos lograron una alzada. Pese a los chicos y chicas encargados de lanzarse a coger el ganso de plástico cayeron pronto al mar, sorprendió que una mayoría lograra arrancar la cabeza. Al final se lograron 127 alzadas, diez más que el pasado año

Un bote hundido Además, la fiesta también dejó momentos para recordar y durante mucho tiempo quedarán grabados en las retinas de los que decidieron presenciar durante casi tres horas el juego de ánades más popular que se conoce. Uno de los 95 botes se hundió y los ocupantes tuvieron que salir a nado, entre la sorpresa y el jolgorio de los presentes. Sin embargo, este hecho no impidió que la fiesta continuase.

Por otro lado, el Antzar Jokoa dejó ayer una marca significativa con la participación de 24 mujeres, las mismas que en el pasado año. Hace falta mucha maña para hacerse con la cabeza del ánade, pero este hecho no es impedimento para nadie. Una valiente de la cuadrilla Zakil Onil, que minutos antes del gran acto se paseó junto a sus amigos por el puerto, admitió que este era un día para recordar y que durante dos años consecutivos es la encargada de alzarse al vuelo aunque sin éxito. “El año pasado hicimos nueve alzadas y esperemos hacernos con la cabeza ya que este año estrenamos bote y hemos animado a amigos de Cataluña y Andalucía. Aunque no lo consiga lo importante es pasar un buen rato”, apuntó la harrapatzaile.

Maiteder y Jon, dos lekeitiarras de toda la vida, antes no se perdían esta cita, pero ahora prefieren ver los gansos a distancia. “Ahora hay que dejar a los jóvenes que se lo pasen bien que nosotros ya tuvimos nuestro momento”, apuntaron.

Los ganadores Finalmente, los 300 euros y la txapela fueron para Julen Arantzeta de Jandelak que se impuso en las alzadas más cuello. Eñaut Gorosabel, de Maaxa, fue quien más izadas protagonizó -un total de 10- sin cuello. Se embolsó 300 euros. Por último, Kokomarro se llevó el premio de 150 euros a la elegancia.

Eva, Lexuri, Laura, Enara y Ainhize (Derio). “Hemos venido a pasar un día entre amigas porque no conocíamos Lekeitio y ya que era el Antzar eguna hemos aprovechado”, dijeron.

Cuadrilla Zakil onil (Bilbao) . Llevan años participando y antes del Antzar jokua tenían la esperanza de hacerse, por fin, con la cabeza del ánade. “Esta vez lo conseguiremos”.

Maiteder, Jon, Sare, Beatriz y Jon (Lekeitio). “Antes traíamos nuestro bote, pero es hora de que los jóvenes disfruten ahora de la fiesta porque nosotros ya lo hicimos en su día”.